sábado, 9 de abril de 2011

Los inviernos de Clarin se acortan

OPINION. Por Eduardo Blaustein
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LOS INVIERNOS DE CLARIN SE ACORTAN Y EL PODER DE FUEGO QUE TUVO HASTA EL 2008 ESTA EN CRISIS


Los embates del Grupo Clarín, y los encolumnamientos rutinarios de la oposición política comienzan a parecerse al abuso de ansiolíticos o a los últimos inviernos porteños. Por un lado producen un efecto acostumbramiento que tiende a neutralizar los efectos de las ingestas. Por el otro, como los inviernos, pintan fríos y feroces pero terminan pronto, y pasan. No es que Clarín no conserve una capacidad de daño harto importante, daño al gobierno y a la cultura democrática en general. Pero si existe una hegemonía cultural del kirchnerismo es porque el poder de fuego que tuvo Clarín hasta el 2008 está en crisis.

Si es por ese poder de fuego aún conservado es cierto que el operativo escándalo por el bloqueo de AGR terminó generando la última, precipitada ofensiva opositora. Pero también es verdad que el vértigo terminó en fiasco: la convocatoria a un frente unido sólo redundó en más papelón, Mauricio Macri quedó pataleando en el aire tras pretender erigirse en patriótico numen de un acuerdo imposible, la exhibición de las carencias y las legítimas diferencias opositoras quedaron aún más al desnudo. De tanto ser instruidos, ordenados y maltratados por La Nación y Clarín, algunos políticos opositores comienzan a mostrar hartazgo. Un hecho novedoso: hasta el poco audaz Gerardo

Morales habló literalmente de cierto cansancio por la pretensión de la derecha mediática de imponerle estrategias a los partidos. Una buena aunque tardía señal del radicalismo, que por historia, estructura y representación a escala nacional es de lo poco del mapa político que puede dar pelea, si no hacia el 2011, por lo menos a futuro.
En estos días en que se discute la medida del gobierno nacional de retirar 1200 federales de ciertos puntos de custodia en Capital el Grupo Clarín usa en un 50 por ciento sus propias interpretaciones como fuente informativa, un 40 por ciento de fuentes macristas y un 10 por ciento de funcionarios nacionales (declaraciones no producidas por sus periodistas sino levantadas de otros medios). Un modo de decir, de nuevo, que sí que el Grupo conserva poder de fuego.

Podría añadirse un error oficial no forzado: si existía la decisión de retirar efectivos, ese anuncio debió comunicarse antes y mejor a la sociedad, junto a su sentido estratégico (claro que no es nada fácil hacer que los medios opositores hagan algo tan elemental como difundir información oficial trascendente). Pero aún así, el poder de daño mediático quedará siempre relativizado por razones tales como cuántos realmente dan bola a las noticias y con qué atención o qué decodifica cada uno ante el ruido. Más un factor de época ligado a la polarización en trincheras antagónicas: el consumidor de La Nación fanatizado difícilmente crea en las verdades oficiales y el kirchnerista entusiasta descreerá de lo que diga Clarín el día en que Clarín tenga razón. Por fuera de las trincheras, en la batalla general por la credibilidad y el sentido, el que viene ganando es el kirchnerismo y no el clarinismo (según Ibarómetro, en el último año Clarín perdió otros diez puntos de credibilidad, que se suman a las pérdidas en ventas).
Precisamente por la batalla cultural que viene ganando el kirchnerismo, es lícito preguntarse si para el gobierno y la comunicación kirchnerista conviene hacer centro en la épica anticlarinista o situarse –desde la estrategia de una fuerza con visión de futuro– por encima de los escándalos de coyuntura, maximizando sus mejores virtudes hacedoras, transformadoras.
Esa oposición entre el hacer y el vacío opositor, entre gobernar y declamar, puede cerrarse más que simbólicamente con un dato que conviene ser recordado. A 540 días de la sanción de la ley de Medios, hasta hoy los referentes de la oposición que tanto creen o dicen hacer en defensa de la libertad de expresión, aún continúan sin ocupar los cargos que institucionalmente les corresponden como segunda y tercera minoría en la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Comunicación Audiovisual, en los directorios de la AFSCA y en RTA. Lo dicho: mucho blablablá, mucha institucionalidad, mucha silla vacía











Los candidatos que van quedando

LA COYUNTURA LUEGO DE LA RENUNC IA DE COBOS A SU CANDIDATURA


EL RADICALISMO, BINNER Y AHORA HASTA EL PROPIO SOLANAS,  SE ENCUENTRAN INMERSOS EN UN VERDADERO LABERINTO  POLITICO AL CUAL DIFICILMENTE LE PUEDAN ENCONTRAR SALIDA A NO SER QUE OPTEN POR EL REJUNTAMIENTO.


LA POLITICA DE ALIANZAS DIVIDE CADA VEZ AL RADICALISMO Y PERJUDICA LA CANDIDATURA DE BINNER QUE COQUETEA CON ALFONSIN, PERO SABE QUE EL HIJO DEL EX PRESIDENTE NO SE BAJARA DE LA MISMA CON LO CUAL LO ALEJA A SOLANAS.   POR OTRA PARTE EN EL PARTIDO DE YRIGOYEN NO TODOS PIENSAN IGUAL EN MATERIA DE ALIANZAS Y LAS DISTANCIAS CON PROYECTO SUR SON SIDERALES Y VICEVERSA.

Este dato nuevo de Julio Cobos multiplicó las recriminaciones al radicalismo y fue  un disparador que exploto en otros territorios políticos, como por ejemplo el de la provincia de Santa Fe, donde Hermes Binner se esta jugando a todo o nada por su delfín. Antonio Bonfatti,  provocando la ira de su socio mayoritario en el Frente Progresista, sino también deja traslucir sus intenciones presidenciales a partir de las flores que le arrojan Pino Solanas por un lado y Ricardo Alfonsin por el otro.

El dato que no evalúa Binner – y que sigue hablando de programas cuando el tema fundamental es político.=partidista- es hasta que punto Alfonsin puede arrastrar a su partido a una alianza con Proyecto Sur, cuando no son pocos lo que si bien excluyen a  Macri y Duhalde, piensan en otros peronistas federales, e incluso en la misma Carrio.
Al mismo tiempo esta también el otro interrogante que puede provocar el derrumbe de estas expectativas, para el caso de que el gobernador perdiera la pulseada interna con el socialismo de Giustiniani.

El socialista está tratando de atraer al hijo del ex presidente, como así también a Pino Solanas tal vez con la secreta intención de la candidatura presidencial, pero muy difícilmente Ricardo Alfonsn abandone el primer puesto del podio por el cual ya casi desplazo a Sanz. y ahora a Cobos. Y por el otro lado Pino Solanas si bien estaría dispuesto a jugar en la Capital Federal y bajarse de la presidencial esto tiene solo como contrapartida la candidatura de Binner, todo lo cual es mucho mas complicado si se tiene en cuenta que la presentación de candidaturas para las internacionales se deben dar antes de las elecciones primarias en Santa Fe

El gobierno celebró la noticia como “un triunfo de la política sobre el oportunismo”. Y el alfonsinismo volvió a rechazar la posibilidad de un acercamiento con el Peronismo Federal y el macrismo. El día después de la renuncia del vicepresidente a continuar en la carrera presidencial dibujó esa secuencia que promete extenderse a una dura disputa por la futura política de alianzas del centenario partido.
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, evaluó por la Casa Rosada el paso al costado del vice. “Cobos es un hombre que carece de convicciones. A poco de asumir, nos dimos cuenta de que en realidad no tenía absolutamente nada que ver con lo que nosotros pensábamos”, subrayó. Y concluyó: “No nos sorprendió. En verdad, es un triunfo de la política sobre el oportunismo.”

La autoexclusión de Cobos reinstaló el clima de crisis interna en la UCR. Ayer, el vicepresidente insistió con los cuestionamientos a sus correligionarios. “Al radicalismo le va a costar armar un frente electoral. Lamento que se haya roto una estrategia bien encaminada; la UCR iba a ser la columna vertebral de un espacio amplio”, advirtió. En la misma línea se pronunció uno de sus aliados internos, el diputado nacional y ex intendente de Mar del Plata, Daniel Katz. El legislador fue directo y reclamó que el radicalismo no se convierta “en un partido chico y fácil de gerenciar”.

Las declaraciones de Cobos y Katz reforzaron la lectura de que el vice empujaba ampliar los límites de los acuerdos electorales de la UCR para octubre, más allá de la sintonía histórica con el socialismo o el GEN de Margarita Stolbizer.

Ricardo Alfonsín, proclamado como el candidato “oficial” de la UCR apenas minutos antes que Cobos anunciara su deserción, evitó la confrontación. “La mejor respuesta a un gesto que sólo buscó debilitarlo es salir a defender la lógica de nuestra política de alianzas”, afirmo un dirigente histórico del alfonsinismo.

La traducción corrió por cuenta del senador Gerardo Morales, miembro de la comisión que deberá definir la política de alianzas de cara a los comicios presidenciales de octubre. El legislador jujeño descartó de plano un potencial acuerdo con el PRO de Mauricio Macri y cuestionó la exhortación del ex presidente interino Eduardo Duhalde a construir un frente para evitar que Cristina Fernández gane en primera vuelta. “Duhalde plantea un imposible”, subrayó