miércoles, 13 de abril de 2011

Las declaraciones de Solanas son de derecha







“TAL VEZ POR OSMOSIS SE CONTAGIO DEL ESPECTRO PARTIDARIO QUE CONFORMA EL GRUPO “A” RESPONDIO A SOLANAS,  EL TITULAR DEL BLOQUE DE DIPUTADOS DEL FPV


LA DECLARACION DE PINO SOLANAS SOBRE LA CALIDAD DEL VOTO EN SALTA Y OTRAS PROVINCIAS ES PROPIA DE  UN REPRESENTANTE DE LA DERECHA” LE CONTESTO AGUSTIN ROSSI A LAS AFIRMACIONES DISCRIMINATORIAS DEL TITULAR DE PROYECTO SUR



Agustín Rossi cuestionó las declaraciones de Pino Solanas acerca de la elección en Salta. El jefe de la bancada del Frente para la Victoria en Diputados, Agustín Rossi, cruzó a Pino Solanas y dijo que "la declaración es propia de un dirigente de derecha". Así, el santafesino cuestionó los dichos del líder de Proyecto Sur, quien señaló que "Salta tiene una baja calidad de votos" luego del claro triunfo de Juan Manuel Urtubey.

"Son criticables esas expresiones porque hay una discriminación del voto popular. Cuando la realidad los abruma, hacen cualquier intento", agregó Rossi sobre los dichos de Solanas. Y sugirió: "Tal vez de tanto estar con el Grupo A se contagió por osmosis".

De todos modos, el jefe del bloque del FpV en la Cámara baja le restó importancia al rol de Pino. "Estamos preocupados por nuestro propio espacio político", aseguró. Tras el triunfo del gobernador Urtubey, el líder del Proyecto Sur había dicho que "Salta tiene una baja calidad de votos" como un intento de explicar el resultado País"La declaración es de un dirigente de derecha"
Agustín Rossi salió al cruce de Pino Solanas, quien dijo que "Salta tiene una baja calidad de votos". Además, el jefe del bloque del FpV en Diputados agregó: "Son criticables esas expresiones porque hay una discriminación del voto popular

Binner hizo graves acusaciones a la UCR






Una información del diario La Capital agravo la batalla electoral en la alianza oficialista, luego de que el diputado Dario Boscarol denuncio la “repartija” de subsidios y cheques a través del ministerio de Desarrollo Social en apoyo del candidato del gobernador


HERMES BINNER SALIO A CRUZAR A LA UCR DE ESTAR HACIENDO UNA “CAMPAÑA SUCIA” FRENTE A LAS ACUSACIONES DE BOSCAROL Y BARLETTA  CONTRA EL GOBIERNO, LO QUE ENRARECE CADA VEZ MAS UNA RELACION FRENTISTA QUE ESTA HACIENDO AGUA POR TODAS PARTES

El gobernador de la provincia que se encuentra metido de lleno en el apoyo de la candidatura de Antonio Bonfatti, a quien prácticamente lleva de la mano a todo tipo de actos o a reportajes televisivos en Buenos Aires, dejo de lado todo tipo de cautela y le respondió duramente en primer lugar al diputado Darío Boscarol y posteriormente al intendente Barletta, a quien le dijo utilizando una jerga tuerca “que baje un cambio y no utilice su figura para su candidatura en los afiches.

Lo cierto es que la turbulencia por la que esta atravesando la interna en el Frente Progresista a algo mas de un mes de las elecciones primarias, abren un interrogante en torno a los mismos y también en lo que hace a la gobernabilidad de la alianza oficialista.


La acusación del diputado Darío Boscarol al ministro Antonio Bonfatti de "utilizar recursos del Estado" en su campaña interna detonó ayer otra crisis en el Frente Progresista. "La denuncia es grave. Una acusación tan directa me parece que es un error", dijo Hermes Binner en defensa de su ministro y le pidió a Boscarol que si tiene pruebas "las presente ante la justicia".

La semana pasada, el diputado de la UCR había acusado a Bonfatti de "repartir subsidios y cheques" del Ministerio de Desarrollo Social, utilizar "los anticipos de coparticipación a municipios y comunas en forma discrecional", "inventar encuestas" y "presionar a intendentes del oficialismo para torcer voluntades", entre otras cosas. "Lo de Bonfatti es una vergüenza y una falta de respeto a la sociedad", advirtió

BINNER SALIO A ACUSAR A LA UCR DE CAMPAÑA SUCIA

Hermes Binner volvió a dar otra elocuente muestra de que está metido de lleno en la campaña electoral del Frente Progresista. Esta vez el gobernador santafesino dejó a un lado sus habituales dardos contra su compañero socialista Rubén Giustiniani y la emprendió contra los dirigentes del radicalismo: en un mismo mensaje cruzó duro al intendente de la capital provincial, Mario Barletta, y al diputado Darío Boscarol.
   El  legislador sufrió el reproche del mandatario por haber acusado a la Casa Gris de utilizar subsidios a favor de la campaña de su delfín, Antonio Bonfatti. Barletta, en tanto, recibió una reprimenda por su pedido de “calma” a los socialistas (por la dura interna que sostienen). “Es él quien está nervioso”, le devolvió el gobernador.
   “Es grave la acusación (de Boscarol respecto a la presunta utilización de recursos del Estado santafesino en la campaña del candidato oficialista), porque si hay un decreto que firmé el primer día de gobierno fue para eliminar los subsidios”, salió a responder Binner luego de presidir en la Casa Gris el acto protocolar que inició los cursos de capacitación para las autoridades electorales.
   El titular del Ejecutivo le reclamó al diputado radical del Frente Progresista que formalice su denuncia en la Justicia si tiene prueba de sus afirmaciones, al tiempo que sentenció enfático: “No entregamos un solo subsidio en nuestra gestión; cuando había en el presupuesto una partida asignada a subsidios del gobernador, todo eso se destinó a la construcción del Hospital Iturraspe.
   “Hacer una acusación así me parece que constituye un error”, remarcó el mandatario, para quien todo responde a “una campaña sucia” por parte de “la gente que ensucia o tira abajo nuestros carteles” de publicidad con las fotos del gobernador acompañado a Bonfatti y los candidatos del oficialismo con vistas a las primarias del 22 de mayo.
   Binner también disparó munición gruesa contra Barletta (precandidato a gobernador de la UCR en el Frente Progresista), a quien le recriminó: “No nos tiene que pedir calma (a los socialistas), porque yo al que veo muy nervioso es a Barletta”. La embestida no terminó ahí: “La verdad, no le creo”, dijo sobre la afirmación del radical respecto de que lo quiere ver presidente a Binner.
   Quizá influenciado por su reciente presencia en la carrera del TC 2000, donde el domingo se dejaron ver en el callejero de Santa Fe entre buzos antiflama y curvilíneas promotoras tanto Binner como Bonfatti y Barletta, entre muchos candidatos frentistas y del PJ, el gobernador le pidió risueñamente al alcalde santafesino que “baje un cambio” y “no utilice mi figura para su candidatura”. “Cada uno es artífice de su propio destino y a nosotros jamás nos van a encontrar tapando el afiche de otro o cruzándole alguna inscripción, nunca”, subrayó.
   “Pero bueno —fingió resignación Binner— él (por Barletta) cree que está bien utilizar mi figura para su candidatura, y no es que me moleste, pero creo que es éticamente incorrecto. Si lo quiere hacer que lo haga, la gente sabe quién se vale de otras cosas, porque eso es un arma de doble filo, una contradicción que no puede superar y el problema es de él no mío”, concluyó filoso el gobernador

El Uruguay termino con la anmistia a militares





EL FRENTE AMPLIO TÉRMINO CON LA AMNISTIA EN URUGUAY
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A PARTIR DE ESTE HECHO HISTORICO CABE PREGUNTARSE SI LA CORPORACION MEDIATICA Y SECTORES POLITICOS QUE PREGONA TERMINAR CON LOS JUICIOS A LOS MILITARES EN NUESTRO PAIS, SEGUIRA “AMANDO Y ELOGIANDO “AL PRESIDENTE PEPE MUJICA 


LA DECISION APROBADA POR EL SENADO ENCOLUMNA TAMBIEN A LOS URUGUAYOS JUNTO A LA POLITICA DE MEMORIA Y JUSTICIA DE ARGENTINA A DEROGAR LA LEGISLACION QUE IMPEDIA PERSEGUIR, Y JUZGAR A LOS RESPONSABLES DE SECUESTROS, TORTURAS, DESAPARICIONES Y ASESINATOS DURANTE LA DICTADURA MILITAR EN LA REPUBLICA ORIENTAL.

EL FRENTE AMPLIO TERMINO CON LA ANMISTIA EN URUGUAY  Y APROBO DEJAR SIN EFECTO LA LEY QUE IMPEDIA JUZGAR LAS VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS


El Senado uruguayo aprobó el proyecto interpretativo que deja sin efecto la Ley de Caducidad. Durante 25 años, esa norma impidió que se persiguiera y se juzgara a los responsables de secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos cometidos durante la dictadura que gobernó al país entre 1973 y 1985. Los opositores Partido Nacional y Partido Colorado votaron en contra de la iniciativa promovida por el gobernante Frente Amplio (FA). Pero también hubo discrepancias dentro de las filas de esa coalición de centroizquierda. El histórico militante tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro se encolumnó por disciplina partidaria a favor del proyecto presentado por el FA, pero anunció que renunciaba a su banca.

La sesión comenzó cerca de las 10 de la mañana y se extendió hasta bien entrada la noche, cuando el FA hizo valer sus 16 votos frente a los quince de la oposición. Sea cual fuere su color partidario, la mayoría de los senadores tenía algo que decir al respecto de la Ley de Caducidad, que desde 1986 impide que sean juzgados los represores uruguayos. Hace tiempo que la Ley de Caducidad ocupa el centro de la discusión política en la República Oriental. Un debate acalorado que divide a quienes se manifiestan a favor de extirparla del ordenamiento jurídico y entre los que quieren mantenerla, alegando que fue ratificada por la ciudadanía en dos plebiscitos.

Ese clima se respiró en el Senado. Por el oficialismo, le tocó romper el hielo al senador Oscar López Goldaracena, un conocido jurista y activista de derechos humanos. “Esta Cámara tiene la posibilidad de empezar a enmendar el error político de haber dictado una ley que ampara la impunidad de criminales de lesa humanidad, removiendo la mochila que pesa sobre la sociedad uruguaya”, comenzó el abogado que representa al Movimiento Independiente por los Derechos Humanos, en el FA. López Goldaracena remarcó que era importante eliminar los efectos de la Ley de Caducidad para evitar que las atrocidades perpetradas por los militares vuelvan a repetirse.

Aunque no todo fue una postura uniforme dentro de la coalición de centroizquierda. Desde que en octubre del año pasado se aprobara en la Cámara de Diputados, el proyecto interpretativo estuvo paralizado en el Senado, donde tres senadores oficialistas se negaban a acompañar la iniciativa de su bloque. En marzo, el FA pudo destrabar la situación y alcanzó los votos necesarios para que el proyecto saliera. Sin embargo, los senadores díscolos siguieron haciendo sentir su rechazo. El ex vicepresidente Rodolfo Nin Novoa salió del recinto e hizo ingresar a su suplente que votó junto al FA. El legislador frenteamplista Jorge Saravia se mantuvo firme en su postura de no apoyar la iniciativa para interpretar la Ley de Caducidad y denunció que se trataba de un “disparate jurídico”.

Pero la novedad del día la trajo el ex tupamaro Fernández Huidobro, que renunció a su banca porque tuvo que obedecer el mandato de votar a favor de la iniciativa. “Se dice con razón, dentro de nuestra fuerza política, que hay que acatar el mandato de la mayoría. Creemos que es así y por eso lo estamos acatando, votaremos por disciplina. Pero el pueblo también fue mayoría dos veces”, disparó, refiriéndose a los plebiscitos de 1989 y 2009 en los que la mayoría de la sociedad se negó a anular la Ley de Caducidad. El presidente José Mujica fue anoche hasta el despacho de Huidobro y le expresó su solidaridad.

Desde el Partido Nacional, el primero en hacer uso de la palabra para protestar contra la iniciativa oficialista fue el senador Francisco Gallinal. “Lejos de ser interpretativa, esta ley es innovativa”, se quejó. “No acompañamos porque hay dos pronunciamientos populares en este sentido. Ese es un argumento formal, que a nuestro juicio es muy importante”, dijo el referente blanco a Página/12. “Entendemos que esta propuesta le genera grandes problemas a la sociedad, ya que significa trasladar toda la cuestión al Poder Judicial”, agregó. Gallinal invocó nuevamente el Pacto del Club Naval de 1984, cuando las principales fuerzas políticas y los militares en el poder negociaron la apertura democrática. “Este proyecto interpretativo rompe el equilibrio que supuso la salida institucional de 1985, donde se aprobaron dos amnistías: una para los militares y otra para los presos políticos tupamaros”, apuntó el político conservador.

Los organismos de derechos humanos, las organizaciones estudiantiles y de trabajadores hicieron poco caso a los dichos de los partidos tradicionales. Desde las barras del Senado, algunos siguieron de cerca a los senadores. Otros estuvieron afuera escuchando el debate por altavoces. Todos coincidieron en que el de ayer fue un día para celebrar. Pero saben que todavía falta camino para recorrer hasta que el 4 de mayo próximo la Cámara de Diputados ratifique el proyecto aprobado ayer por los senadores.

“Uruguay se va a poner en una buena posición en lo que respecta a la salvaguarda de los derechos humanos frente a la comunidad internacional. Después de casi medio siglo de existencia de esta ley, con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el caso Gelman y con esta resolución que hoy tomó el sistema político, nos están dando la razón. Esto también le demuestra al movimiento popular que la perseverancia y la lucha de la sociedad terminan dando resultados”, resaltó Raúl Olivera, de la central obrera PIT CNT. El Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) fue más cauto a la hora de las celebraciones. “Nunca nos bajamos del caballo de la nulidad. No lo logramos. Por supuesto que apoyamos y creemos que hay que hacer todo lo necesario para acabar con la impunidad. El Estado no puede seguir sin dar respuestas a lo que dijo la Corte Interamericana, que señaló que la Ley de Caducidad es un obstáculo para la Justicia. Para nosotros, no es la mejor salida pero hay que seguir avanzando en el Nunca Más y para que estas cosas queden saneadas”, afirmó Ana Aguerre.

Desde Crysol, la Asociación de Ex Presos Políticos de Uruguay, definieron la de ayer como una jornada de emociones. “Para nosotros, la anulación de la Ley de Caducidad es una de las razones fundamentales de nuestra lucha. Venimos exigiendo esto para que se investigue qué pasó con nuestros compañeros desaparecidos y para que se juzgue a los torturadores, y así se abra el camino para conocer la verdad”, concluyó Julio Martínez.


EL FRENTE AMPLIO TERMINO CON LA ANMISTIA  PARA LOS MILITARES
Por Martín Granovsky / Pagina 12

El propio Pepe Mujica suele levantar una ceja cuando lo dice: “Quieren hacernos pelear entre nosotros”. Y agrega: “No hay que darles el gusto”. No le pone sujeto a la frase, y eso es parte de su picardía política, pero la repite cuando queda involucrado en una situación que no buscó: la de un Pepe caricaturizado como una suerte de oriental moldeado a gusto del establishment.

El 30 de marzo, Mujica dijo durante un acto en la embajada argentina: “No soy hombre de lamentarme ni de lamerme las heridas. Aprendí que en la vida hay deudas que nunca se pagan y cuentas que nunca se cobran. Elijo, sin olvidar el pasado, mirar hacia adelante”.

Sus críticos por izquierda hicieron lo mismo que sus aduladores por derecha: esquivaron la expresión “sin olvidar el pasado”. Es decir, quisieron menemizarlo.

El problema para Mujica es que hasta la votación de ayer en el Senado parecía eterno el vigor de dos consultas vinculantes. Una en 1989, por la que la mayoría del pueblo se pronunció a favor de la impunidad para los militares que habían violado los derechos humanos. Otro referéndum, con el mismo resultado, se realizó en octubre de 2009, junto con las últimas elecciones presidenciales que ganó, justamente, Mujica. Dirigentes del Frente Amplio acostumbran reflexionar que la simultaneidad fue un error. El tema no estaba candente y los candidatos se concentraron en sus campañas, con lo cual una consulta que podría haber tenido otro resultado en otro momento, por ejemplo en estos días, repitió la frustración del ’89.

Uruguay tiene una característica peculiar. Salvo la consulta sobre la caducidad, cada referéndum dio un triunfo a la izquierda. Logró mayoría para rechazar una Constitución que quería dejar de regalo la dictadura, para oponerse a la enajenación de empresas públicas y para que no se privatizaran el agua potable y las cloacas. En la última victoria, en particular, sí fue útil la simultaneidad entre la campaña por el agua y la presidencial. Como el tema estaba instalado en la discusión cotidiana de los uruguayos, Tabaré Vázquez y el Frente Amplio lo capitalizaron para vencer en las presidenciales del 31 de octubre de 2004, que dieron lugar al primer gobierno del Frente el 1º de marzo de 2005.

La coalición de gobierno quedó, así, en una disyuntiva. Por un lado las consultas ya eran parte de su tradición política de legitimación popular. Por otro, en materia de derechos humanos habían dado un resultado contrario al que buscaban. Con otra singularidad más: incluso en medio de la vigencia de la Ley de Caducidad de 1986, el avance en la comprensión cada vez más masiva del pasado dictatorial permitió o sirvió de presión, según el caso, para que una parte de la Justicia encontrara recovecos legales y pudiera juzgar a oficiales en actividad y en retiro. A la vez, Mujica recortaba presupuesto a las Fuerzas Armadas. Este cuadro explica la discusión intensa sobre el tema dentro del Frente Amplio. El FA decidió por mayoría reformar la Ley de Caducidad. Por respetar esa mayoría es que anunció la renuncia a su banca de senador el ex dirigente tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro, preso de la dictadura como Mujica, quien insistió en que seguiría comprometido con el gobierno y el FA. Fernández Huidobro votó a favor de la iniciativa por disciplina partidaria, al revés de su colega Jorge Saravia, que votó en contra. Recién después Fernández Huidobro renunció. La renuncia es una facultad individual. El voto es una decisión política, es decir de compromiso colectivo.

La Ley de Caducidad carece de efectos por su incompatibilidad con la Convención Americana y la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas”, dijo este año en el caso Gelman vs. Uruguay el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que desató la discusión de ayer en el Senado.

Más allá del debate en Uruguay y sus costos –si es que los tiene–, quizá convenga inscribir el fallo de la Corte Interamericana y sus consecuencias en una ola que supera a los uruguayos, piensen lo que piensen y hayan adoptado la táctica que fuese: la ola del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Los exiliados argentinos y los organismos de derechos humanos tomaron principios que venían del Juicio de Nuremberg a los jerarcas nazis, el Juicio a las Juntas de 1985 los recuperó, la doctrina creció con los juicios por la verdad, se hizo más intensa con la discusión que desató el apresamiento de Augusto Pinochet en Londres, se consolidó con los juicios en Chile y se afirmó tras la anulación de la Obediencia Debida, el Punto Final y el indulto. Hasta Brasil de las Fuerzas Armadas intocables creó, con Lula, su Comisión Nacional de la Verdad para investigar la dictadura 1964-1985 y la presidenta Dilma Rousseff definió que la cuestión de los derechos humanos –tanto para intervenir contra la lapidación de una iraní como para cuestionar las torturas de la base norteamericana de Guantánamo– será parte de su estrategia diplomática