sábado, 30 de abril de 2011

Fondo para mantenimiento de escuelas provinciales

PAUTAS PARA LA EDUCACION SANTAFESINA Y PROYECTO NACIONAL


ROSSI HIZO PUBLICO SU COMPROMISO DE GARANTIZAR COMO POLITICA DE ESTADO UN FONDO ESPECIFICO PARA EL MANTENIMIENTO DE LAS ESCUELAS PUBLICAS CUYOS RECURSOS  SURGIRAN DE UN PORCENTAJE DE LA COPARTICIPACION SOJERA

El ministro Educación, Alberto Sileoni, presidio junto al diputado por el Frente para la Victoria y precandidato a gobernador, Agustín un encuentro que congregó a mas de un millar de trabajadores docentes en la capital provincial, y en el cual el titular de la cartera nacional, llamo a “construir una verdadera patria, y no un país para pocos”, anticipando la construcción  de 1.800m escuelas mas y la entrega el año que viene de tres millones de netbooks

Ante los trabajadores de la educación que colmaron la sala mayor del centro cultural ATE-Casa España, Rossi pidió terminar con situaciones donde los docentes “mendigan un peso para arreglar las escuelas” y Sileoni llamó a “construir una verdadera Patria, y no un pequeño país para pocos”.

“No queremos construir un pequeño país para pocos, queremos construir una Patria, y ese es un esfuerzo que debemos hacer entre todos”, señaló el ministro de Educación, quien remarcó que “este es un Estado que ha regresado, y en la educación se evidencia con mucha claridad”.

“Vamos a terminar la gestión con alrededor de 1.800 escuelas más y con un millón y medio de netbooks, intentando llegar a fin de diciembre del año que viene con 3 millones de netbooks”, añadió el funcionario.

ROSSI Y EL COMPROMISO DEL FONDO PARA LAS ESC UELAS

Rossi anunció que, en caso de llegar a la Casa Gris, creará un fondo específico para el mantenimiento de las escuelas públicas de toda la provincia, cuyos recursos surgirán de un porcentaje de la coparticipación del llamado "fondo sojero".

"Basta de docentes mendigando un peso para arreglar los problemas de las escuelas", enfatizó Rossi, que fue largamente aplaudido por los presentes.

El candidato a gobernador agregó: “Queremos un Ministerio de Educación que escuche. Si llegamos al gobierno vamos a construir un Ministerio de Educación que horizontalice la discusión hacia el interior del sistema educativo”.

Rossi recibió el respaldo explícito del ministro de Educación, quien elogió “su capacidad y trayectoria” y no dudó en señalar que “está condiciones, como ninguno, para llevar adelante el proyecto nacional en esta provincia”.

Del congreso educativo participó el compañero de fórmula de Agustín Rossi, Jorge Hoffmann; la diputada nacional del FPV y presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara Baja, Adriana Puigross; la directora del Plan Nacional de Lectura, Margarita Eggers Lan; el legislador porteño y ex secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Francisco "Tito" Nenna; la profesora Patricia Redondo (Master en Ciencias Sociales con orientación en Educación - FLACSO Argentina); Rubén D'Audia (gerente general canales Encuentro y PakaPaka); y el profesor Hugo Trinchero (Facultad de Filosofía y Letras de la UBA).

En su discurso, Rossi manifestó su alegría de haber concretado el congreso educativo como fruto del trabajo realizado en los pre-congresos que se llevaron adelante en toda la provincia, al señalar que “ninguna fuerza política hizo lo que nosotros hicimos durante este mes y medio sobre la problemática de la Educación”.

 TRABAS BUROCRATICAS DEL GOBIERNO PROVINCIAL

 El candidato a gobernador no ahorró críticas hacia la gestión de Hermes Binner en materia educativa y denunció “las trabas burocráticas” de la Provincia para la puesta en práctica de programas nacionales como el FinEs (Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios).

"Basta de trabas administrativas con argumentos burocráticos", reclamó Rossi, quien prometió "buscar los chicos en cada lugar para que vuelvan a la escuela".
El legislador nacional planteó, además, su decisión de universalizar el jardín de cuatro años en toda la provincia, avanzar en la política de doble escolaridad, sobre todo en aquellas escuelas ubicadas en zonas más vulnerables, y reformar el sistema de jubilación docente en la provincia de Santa Fe.

En ese sentido, se dirigió al ministro de Gobierno provincial, Antonio Bonfatti, al que tildó de “omnipresente” en las decisiones políticas de la gestión socialista, al exigirle que “en lugar de hacer propaganda por el discutible 82 por ciento que supuestamente cobran los jubilados, les diga a sus diputados que apoyen esta iniciativa” de reforma jubilatoria para los docentes, presentada oportunamente por Luis Rubeo en la Legislatura santafesina.

 LA BATALLA POR LA CULTURA

Alberto Sileoni expresó que “el mejor modelo siempre está adelante, aquí hay una batalla cultural decisiva en torno a las decisiones que hay que tomar, y son decisiones de un pueblo entero”.

"Lo que más nos convoca no es solo mirar para atrás y fortalecernos en lo que hicimos, sino mirar para adelante y reconocer lo que nos falta", expresó el titular de la cartera educativa, para luego destacar los avances en educación técnica, apuntando a "un proyecto de país productivo que vuelva a apostar al trabajo de su gente, con un 12 por ciento más de alumnos".


Sileoni también hizo hincapié en la búsqueda de una “calidad educativa integral, que incluya la inversión y que mejore la relación entre todos los actores”, y saludó especialmente a los 900 mil trabajadores docentes, al conmemorarse mañana el Día del Trabajador.

También estuvieron presentes en el encuentro el secretario general de Sadop-Santa Fe, Pedro Bayúgar; los diputados provinciales y candidatos a renovar la banca por el FPV, Luis Rubeo; José María Tessa y Enrique Marín; el candidato a senador por el departamento La Capital, Jorge Fernández; los candidatos a intendente y a concejal de la ciudad de Santa Fe, Martín Gainza y Luciano Leiva, respectivamente






















Los hijos apropiados de Herrera de Noble

ESTE ULTIMO DIA DE ABRIL SE CUMPLIERON DIEZ AÑOS DE LA PRESENTACION JUDICIAL Y LA IDENTIDAD DE FELIPE Y MARCELA SIGUE SIENDO EL SECRETO MEJOR GUARDADO

UNA LARGA HISTORIA DE IMPUNIDAD QUE COMENZÓ EN EL 2001 CUANDO LAS ABUELAS DE PLAZA DE MAYO DENUNCIARON A HERNESTINA HERRARA DE NOBLE DE `PRESUNTA APROPIACION DE DOS HIJOS DE DESAPARECIDOS DURANTE LA DICTADURA

EL PODER DE CLARIN DURANTE ESTOS DIEZ AÑOS DE OSCURIDAD SE HIZO SENTIR SOBRE PERIODISTAS, COMO LILIANA LOPEZ FORESI,  JUECES COMO EL DESTITUIDO ROBERTO MARQUEVICH, LO SILENCIO PUBLICAMENTE A GUILLERMO PATRICIO KELLY Y PROVOCO UN CONFLICTO CON PERFIL POR ESOS MOMENTOS ENEMIGO DEL GRUPO.

OTRO HECHO DESCONOCIDO POR MUCHOS,  ES QUE LA ABOGADA ALCIRA RIOS, QUE HIZO LA PRESENTACION EN EL 2001 REPRESENTANDO A LAS ABUELAS DE PLAZA DE MAYO, FUE TRABAJADORA DE “NUEVO DIARIO” DE SANTA FE, Y FUE UNA DE LAS QUE TUVO DESAPARECER DEL MISMO CUANDO LA TRIPLE A INICIO EL TERRORISMO DE ESTADO


Informe Especial. Daniel Cecchini. Miradas al Sur. Hace una década, Abuelas de Plaza de Mayo denunció a Ernestina Herrera de Noble por la presunta apropiación de dos hijos de desaparecidos durante la dictadura cívico militar. La causa ya tuvo tres jueces, pero el ADN de Marcela y Felipe sigue sin ser comparado. El 30 de abril de 2001 fue lunes y lo más llamativo en las portadas de los diarios era la ausencia de los resultados de los partidos de fútbol. Una huelga de jugadores había provocado la suspensión del Torneo Clausura. Esa mañana, temprano, la abogada Alcira Ríos entró en el Juzgado Federal N° 1 de San Isidro, a cargo de Roberto Marquevich, con una denuncia bajo el brazo. La firmaba Estela Barnes de Carlotto, en su carácter de presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, y en ella requería que se investigara la filiación de dos niños adoptados por la directora de ´ Clarín, Ernestina Herrera de Noble. Las Abuelas tenían indicios firmes de que podía tratarse de hijos de desaparecidos durante la dictadura a quienes se les había robado la identidad.

Hoy se cumplen diez años de aquella presentación judicial y la verdadera identidad de Felipe y Marcela Noble Herrera sigue siendo el secreto mejor guardado por el grupo mediático más grande de la Argentina, que utiliza todo el poder económico, de lobby y de desinformación que posee para mantenerlo en las sombras. Para hacerlo, entre otras cosas, logró la destitución del juez original de la causa y la complicidad de su reemplazante, Roberto Bergesio, que cajoneó el proceso durante más de ocho años. Desde principios del año pasado, la tercera jueza del caso, Sandra Arroyo Salgado, trata infructuosamente de establecer la filiación de los dos jóvenes mediante la comparación de su material genético con el de cientos de familiares de desaparecidos que están guardados en el Banco Nacional de Datos del Hospital Durand. Hasta ahora lo han evitado mediante chicanas jurídicas y ardides concretados con la ayuda de personal judicial y policial.

Un terrorífico cuento de hadas. La historia era digna de un cuento infantil, pero nadie intentó comprobarla ni le preguntó nada. El 13 de mayo de 1976, Ernestina Herrera de Noble se presentó en el Juzgado de Menores Nº 1 de San Isidro y dijo que unos días antes, más precisamente el 2 de mayo, había tenido la sorpresa de encontrar en la puerta de su casa, en Laprida 2789 de esa localidad, una caja de cartón donde había una niña. Como testigos de lo que relataba, la directora de Clarín presentó a Yolanda Echagüe de Aragón, una presunta vecina, y a Roberto García, supuesto jardinero de una casa vecina. También dijo que quería adoptar a la niña. Para la jueza de familia Ofelia Hejt fue suficiente e inició los trámites correspondientes.

En esos trámites andaba Ernestina Herrera de Noble cuando el 7 de julio de ese mismo año visitó nuevamente el Juzgado y se encontró con otra sorpresa. Un rato antes de su llegada, se había presentado una señora con un bebé en brazos. Ante la jueza Hejt, la mujer se identificó como Carmen Luisa Delta y dijo que era madre de un varoncito nacido el 17 de abril y que quería entregarlo en adopción. Mientras estaba en una oficina, esperando que la jueza la recibiera, la directora de Clarín se cruzó con un secretario del Juzgado que le contó la triste historia. Conmovida, apenas estuvo frente a frente con la jueza, la señora de Noble pidió la guarda del niño. Ofelia Hejt –una jueza que entró a la magistratura de la mano de la dictadura y se fue junto con ella– se la concedió ese mismo día.

Poco después –en un plazo récord para un país como la Argentina, donde los trámites de ese tipo suelen ser tan lentos cuanto farragosos–, Ernestina Herrera de Noble pudo adoptar a los dos niños, a quienes inscribió como Marcela y Felipe Noble Herrera, otorgándoles el apellido de su marido a pesar de que éste había fallecido más de siete años antes, en enero de 1969. Tenía millonarias razones para hacerlo así. Las irregularidades cometidas en esas adopciones, como se verá más adelante, son groseras.

Durante años fue un secreto a voces –aunque sin repercusión en los medios de comunicación– que los hijos adoptados de esa manera por Ernestina Herrera de Noble en los primeros meses de la última dictadura podían ser hijos de desaparecidos, entregados por los jerarcas militares a la directora de Clarín en el marco de la red de complicidades –que también incluyó la apropiación de Papel Prensa– establecida entre los dueños del “gran diario argentino” y los genocidas con uniforme.

Las primeras denuncias, apenas recuperada la democracia, hicieron que las Abuelas comenzaran a investigar el tema. En 1993, ante la cantidad de denuncias y con fuertes indicios, pidieron una reunión con Ernestina Herrera de Noble. “Ella no las recibió jamás, pero sí lo hizo Héctor Magnetto, que al principio creyó que iban a pedirle una contribución. Cuando supo cuál era el asunto se molestó bastante y respondió que la señora de Noble no podía tener hijos de subversivos”, recuerda Alcira Ríos. En una segunda reunión, el CEO de Clarín intentó extraerles información. Les dijo que él sabía que los chicos adoptados por Ernestina no eran hijos de desaparecidos y que les revelaría sus orígenes si, a cambio, le informaban quiénes eran los autores de las denuncias. El diálogo se cortó.

Kelly por López Foresi (o viceversa). No era la primera vez que Magnetto intentaba frenar el tema. Sabía que era su punto –política, judicial y éticamente– más vulnerable y tenía experiencia en defenderlo sin reparar en las armas. Desde hacía años.
El jueves 2 de mayo de 1991 en la quinta de Olivos el presidente Carlos Saúl Menem y el secretario general de la Presidencia, Eduardo Bauzá, recibieron a la directora de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, y al CEO del Grupo, Héctor Magnetto, para compartir un almuerzo en el que ambas partes tenían algo importante que negociar.

El riojano estaba molesto. Se quejaba de una “campaña de desprestigio” del diario, centrada en denuncias de corrupción en el gobierno, pero más que nada le molestaban las encendidas críticas (fundamentalmente contra los indultos y la decisión de enviar tropas argentinas al Golfo Pérsico) que la periodista Liliana López Foresi le venía haciendo desde Revista 13, su programa en Canal 13, la tele emisora que desde el año anterior estaba en manos del Grupo Clarín. Menem quería que terminaran.

Del otro lado de la mesa, la viuda de Noble y su acompañante tampoco las tenían todas consigo. Los preocupaba un anuncio que Guillermo Patricio Kelly –ex miembro de la Alianza Libertadora Nacionalista, pseudoperiodista, operador a favor del mejor postor, pero también receptor de buena información– repetía sistemáticamente en Sin Concesiones, su programa de Canal 7. “Voy a contarles de dónde vienen los hijos de las ‘señoras nobles’”, venía diciendo. Un periodista del diario con fluidos contactos con el entorno más íntimo del presidente les había aportado, además, un dato: que las amenazas de Kelly eran una operación de Menem para forzar una negociación sobre la manera en que lo trataban algunos medios y periodistas del Grupo.
En otras palabras, era cuestión de entenderse.

A los postres, la viuda, madre adoptiva y directora fue al grano:
–Que se calle Kelly –le dijo a Menem.
El presidente sonrió e hizo una pausa antes de contestar:
–Que se calle Liliana.
Ese mismo día, apenas unas horas después, el radical César Jaroslavsky, casualmente invitado a Revista 13, le dijo fuera del aire a López Foresi: “Ese almuerzo te va a costar la cabeza”.
Guillermo Patricio Kelly no volvió a hablar de los hijos de la viuda de Noble en Canal 7. Liliana López Foresi fue restringida a la lectura de noticias (sin opinar sobre ellas) en la medianoche. Ocho meses después la dejaron sin aire en el 13.

El monopolio a la defensiva. Mientras en Abuelas seguían investigando, otra denuncia llevó, por primera vez, el caso a la Justicia. En 1995, Ana Elisa Feldman de Jaján acusó a Ernestina Herrera de Noble por apropiación de menores. El sorteo judicial puso la causa en manos del juez Roberto Marquevich. Junto con su denuncia, Jaján aportó las actas de nacimiento con que se habrían iniciado los trámites de adopción. “En verdad, las pruebas que habían aportado los Jaján eran tan contundentes como para que se abriera, por primera vez, una pesquisa a fondo. Se trataba de las actas de nacimiento con las que se habían iniciado los expedientes de adopción de Marcela y Felipe que, a simple vista, contenían una cantidad de irregularidades tal que llamarían la atención de cualquier iniciado en el derecho”, dice Pablo Llonto, ex periodista de Clarín y abogado querellante en representación de dos familias de desaparecidos. Sin embargo, en juez Marquevich la rechazó por poco consistente.

A esa altura, la preocupación de Magnetto y Ernestina Herrera de Noble iba en aumento. No sólo por la posibilidad de que se abriera una nueva causa judicial, ahora con más elementos, sino también por el impacto que causaría en la imagen de Clarín la difusión de la historia – por entonces desconocida– del misterioso origen de los hijos adoptivos de la directora.
En abril de 1998 –cuando uno de los temas recurrentes entre los periodistas argentinos era la inminente salida del diario Perfil–, el director de una consultora especializada en la capacitación de ejecutivos de empresas para el contacto con el periodismo en situaciones críticas recibió una sorprendente llamada del gerente de Comunicaciones Externas de Clarín, Ramiro Costa.
–Necesito que prepares un curso para algunos directivos del Grupo –dijo el hombre después de los saludos de rigor.
–No entiendo. Ustedes son gente de medios, tienen medios propios –fue la respuesta del estupefacto consultor.
–No es para nuestros periodistas… mejor hablemos personalmente.

Días después el consultor participó de una reunión en el cuarto piso del edificio del diario, en la calle Tacuarí. Además de Costa lo esperaban su segundo, Martín Etchevers, y el gerente de noticias de Canal 13 y TN, Carlos De Elía. Después de explicar las características generales del curso, que incluía un training intensivo para enfrentar airosamente el asalto de los movileros, preguntas poco cómodas en conferencias de prensa, y duras entrevistas radiales y televisivas, el consultor agregó:
–Lo mejor es preparar un caso definido, así el entrenamiento se hace sobre una crisis posible para la empresa. Algo que pueda pasarles.
–De acuerdo. En unos días te contestamos –le respondió Costa.
Una semana más tarde, un periodista que solía colaborar con la consultora fue convocado a una breve reunión con el directivo de Clarín en el cuarto piso del edificio de la calle Tacuarí.
–Todavía no decidimos si vamos a tomar el curso –dijo el hombre del Grupo–, pero me gustaría que avanzáramos en la preparación del caso.
–¿De qué se trata? –preguntó el periodista, que por entonces trabajaba en el diario Crónica.
–Como primer paso tendrías que escribir una nota de tapa al estilo de Noticias, de esas bien fuertes, con toda la información que puedas encontrar. Una nota de tapa contra Clarín.
–Sí, pero dame un tema concreto… –insistió el periodista.
La respuesta lo dejó helado:
–Tenés que escribir sobre los hijos de la señora de Noble.
El periodista nunca escribió la nota en cuestión.

La elección de Noticias (de una “nota al estilo de Noticias”) no era caprichosa. El anuncio de la salida del diario Perfil había tensado al máximo las relaciones entre Clarín y la empresa periodística de la familia Fontevecchia, tradicionalmente dedicada a la publicación de revistas y que nunca antes había incursionado en el mercado con un diario. Por esos mismos días, el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, había mantenido una reunión tan dura cuanto reservada con Jorge Fontevecchia en un hotel céntrico de Buenos Aires.
–Vengo a aconsejarle que no se meta en el mercado de los diarios –disparó el hombre de Clarín.
–Me tengo que meter en el mercado de los diarios porque ustedes se metieron en el de las revistas –le contestó el director de Perfil, refiriéndose a la remozada edición de Viva, la revista dominical que se vendía con el diario Clarín.
El diálogo era una virtual declaración de guerra y los estrategas de Clarín sabían muy bien cuál era el punto más débil de las defensas de su propio Grupo, aquel que Editorial Perfil podía llegar a atacar para causarles el peor daño: el origen de Felipe y Marcela.
La guerra fue corta. El diario Perfil, aparecido el 9 de mayo de 1998, duró menos de tres meses en la calle. La historia más temida por Magnetto no fue publicada en las páginas del efímero diario rival. Hoy, Fontevecchia es un aliado incondicional de Magnetto en su enfrentamiento con el Gobierno Nacional.

Ahora sí, las Abuelas. Cuando, finalmente, el 30 de abril de 2001, la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo presentó su denuncia en el Juzgado Federal N°1 de San Isidro, el abogado de Ernestina Herrera de Noble, Eduardo Padilla Fox, fue a ver de qué se trataba. “Seguramente creía que se trataba de otra acusación de la señora de Jaján, pero allí le comunicaron que era una denuncia de Abuelas de Plaza de Mayo, y entonces comenzó a preocuparse –recuerda Alcira Ríos–. Me vino a ver para decirme que el caso sería un escándalo y que ‘la Señora’ no podía ser culpable. Yo le respondí: ‘Es muy sencillo. Que los chicos se hagan el análisis correspondiente en el Banco Nacional de Datos Genéticos, y si se comprueba que no son hijos de padres desaparecidos la denuncia se cae, porque para nosotras no tiene ningún tipo de sustento’. Pero él me respondió con evasivas”.

Padilla Fox tenía razones para preocuparse. La denuncia de Abuelas era mucho más consistente que la de Jaján y, en casos similares –como el de Victoria Montenegro, apropiada por el coronel Herman Tetzlaff–, al juez Roberto Marquevich no le había temblado el pulso para firmar la orden judicial de toma compulsiva de muestras de ADN para que fueran comparadas en la Banco Nacional de Datos Genéticos

Marquevich trabajó rápido y con eficacia. En poco tiempo comprobó que las adopciones de Felipe y Marcela Noble Herrera estaban plagadas de irregularidades. Su enumeración es elocuente:
1) Ernestina Herrera de Noble declaró que dos personas habían visto que una beba (Marcela) había sido dejada en la puerta de su casa el 2 de mayo de 1976, pero esas dos personas la desmintieron.
2) También dijo que una de esas personas (Yolanda Echagüe de Aragón) era su vecina cuando en realidad no vivía en esa localidad, y que la otra (Roberto García) era el “cuidador de una finca vecina”, pero se comprobó que era su chofer personal.
3) La persona que se identificó como Carmen Luisa Delta y que supuestamente concurrió al Tribunal de Menores con la intención de “entregar a su hijo (Felipe) en adopción”, brindó un nombre y un número de documento (correspondiente a una persona de sexo masculino) que no eran los suyos. Además, nadie intentó corroborar que efectivamente fuera la madre de la criatura.
4) La viuda de Noble dijo que vivía en San Isidro, dando un domicilio distinto al que efectivamente tenía, en Avenida del Libertador 3752, en la Capital Federal. Esta cuestión invalida la competencia del tribunal que intervino en el trámite de adopción.
5) Se omitió el sistema de turnos para que la guarda del niño (Felipe) quedara radicada en el mismo tribunal que la de la niña (Marcela).
6) Se inscribió a ambos niños con el mismo apellido (Noble Herrera), de acuerdo con una legislación (los artículos 45 del Decreto Ley 8.204 y 76 de la Ley 5.725) que había sido derogada desde siete años antes.

Con esas pruebas en la mano, el 17 de diciembre de 2002, el juez Marquevich ordenó la detención de Ernestina Herrera de Noble por los delitos de “falsificación de documentos públicos, inserción de datos falsos y uso de documento público falso”, durante los trámites de adopción de sus dos hijos. La directora del Grupo Clarín pasó tres días detenida en la División de Delitos Complejos de la Policía Federal, en Cavia 1350, en Palermo, y luego beneficiada con la detención domiciliaria. Con llamativa celeridad, quince días después la Sala II de la Cámara Federal de San Martín ordenó su excarcelación, pero ya nada sería igual: el caso había tomado estado público.

La directora de Clarín se vio obligada a dar explicaciones a la opinión pública. El 12 de enero de 2003, en una carta abierta publicada en Clarín, se refirió al origen de Marcela y Felipe: “… muchas veces he hablado con mis hijos sobre la posibilidad de que ellos y sus padres hayan sido víctimas de la represión ilegal”, escribió. Fue su primera y única declaración pública sobre el tema en casi tres décadas de democracia.

Clarín contraataca. Marquevich pagó cara la audacia de poner en evidencia a la dueña del monopolio mediático más grande de la Argentina. El Consejo de la Magistratura lo suspendió el 11 de diciembre de 2003 y dos años después fue procesado por el delito de “haber obrado en forma ilegítima” cuando detuvo a la viuda de Noble. “Fue una presión del Grupo Clarín sobre el Consejo de la Magistratura. El encargado de visitar a varios consejeros fue (el director de Relaciones Institucionales de Clarín), Jorge Rendo. De esta manera, la causa pasó a manos de otro juez que dilató las cosas”, dijo a Miradas al Sur Pablo Llonto.

Alcira Ríos sabía desde mucho antes que Clarín venía operando para desplazar a Marquevich. Poco después de la detención de Ernestina Herrera de Noble, recibió una insólita propuesta del abogado de la directora de Clarín.
–Doctora, ayúdenos a sacar a Marquevich de la causa, que si se la sacan se la van a dar al juez del Juzgado 2, el doctor Bergesio, que es un muy buen juez, nosotros ya hablamos con él y es muy serio –la encaró Padilla Fox.
–De ninguna manera, doctor.
–¿Por qué? Si es muy buen juez.
–Para nada, porque actuó en el Camarón.

Dicen quienes lo conocen, que Conrado Bergesio no suele exhibir entre sus credenciales su paso por el tristemente célebre Camarón, el fuero antisubversivo creado por la dictadura de Lanusse en mayo de 1971, también conocido como “ la cámara del terror”.
Los interesados en poner a Bergesio a cargo de la causa Noble tenían en sus archivos (los archivos de los grandes diarios argentinos suelen ser muy completos) otro dato que lo pintaba como el hombre ideal para ocuparse de un caso de apropiación indebida de hijos de desaparecidos. En 1998, el antiguo empleado del Camarón había pedido el juicio político de su colega Roberto Marquevich por no haberle concedido la prisión domiciliaria al genocida Jorge Rafael Videla, procesado por el robo de bebés. Marquevich había sostenido que el beneficio previsto para las personas mayores de 70 años sólo puede ser aplicado a los condenados y no a los procesados, como era Videla. Entonces Bergesio buscó un pelo en la sopa y mostró un caso similar en el que Marquevich, a su juicio, había dictaminado de manera opuesta al concederle arresto domiciliario a una señora llamada María del Carmen Eduartes. En el pedido de juicio político, Bergesio no dijo que el caso de la señora Eduartes tenía una diferencia abismal con el de Videla: la mujer era cuadripléjica, no iba a fugarse a ningún lado, ni tampoco podía actuar para encubrir su propio delito.

Con la causa que investigaba la filiación de los chicos adoptados irregularmente por Ernestina Herrera de Noble en sus manos, Bergesio hizo lo que Clarín esperaba de él: la puso a dormir. Durante casi siete años no avanzó siquiera un paso.
Recién el 30 de diciembre de 2009, obligado por la Sala II de la Cámara Federal de San Martín, convocó a Marcela y Felipe Herrera Noble para que se les extrajera sangre en el Cuerpo Médico Forense. Pero era una jugada con trampa.

Los jóvenes se presentaron voluntariamente, ya que se trataba de una medida conveniente a la estrategia de los abogados del Grupo Clarín: facilitar muestras de ADN para que fueran comparadas –fuera del Banco Nacional de Datos Genéticos– con las de las familias Gualdero-García y Miranda-Lanoscou, apenas dos de los más de veinte grupos de familiares de desaparecidos entre los que podrían encontrarse sus familias biológicas. Como la defensa de la viuda de Noble tiene la certeza de que ni Felipe ni Marcela tienen relaciones de filiación con ninguna de esas dos familias, la jugada apuntaba a que, una vez establecida la inexistencia del vínculo, Bergesio ordenara destruir las muestras y cerrara la causa.
Los rápidos reflejos de las Abuelas de Plaza de Mayo –que, igual que la fiscal Rita Molina, se opusieron a la medida y anunciaron que pedirían el juicio político del magistrado– impidieron que la maniobra se consumara. Puesto entre la espada y la pared por los querellantes y por el texto de la Ley de Recolección de ADN, al día siguiente Bergesio pegó un volantazo en la causa y allanó los domicilios de Marcela y de Felipe Noble Herrera e incautó cepillos y ropa. Meses después esas muestras debieron desecharse por ser poco confiables.

Chicanas judiciales hasta el fin. Estas últimas medidas no le sirvieron a Bergesio para evitar que la Cámara Federal de San Martín lo apartara de la causa, que en febrero del año pasado quedó en manos de la jueza Sandra Arroyo Salgado. Una de las primeras medidas que tomó la nueva magistrada fue enviar copia del expediente al Consejo de la Magistratura para que éste evaluara si el juez debe ser sometido a juicio político por su accionar en el caso. Miradas al Sur intentó entrevistar a Bergesio para este informe. Su respuesta fue casi castrense: “Negativo”, dijo antes de cortar.

Privado de su mejor aliado en la causa, La directora de Clarín y Magnetto se sintieron contra las cuerdas. En mayo de 2010, Arroyo Salgado apartó de la causa a dos de los seis abogados de la defensa de Ernestina Herrera de Noble y los denunció penalmente por prevaricato, un delito que tiene penas de uno a seis años de inhabilitación. Durante toda su actuación en la causa, Bergesio no se había dado cuenta de que Jorge Anzorreguy –hermano del jefe de la Side menemista– y Horacio Silva, defendían al mismo tiempo a la imputada, Ernestina, y a sus hijos adoptivos, que a los efectos de la causa son posibles víctimas. Los letrados venían haciendo presentaciones idénticas para una y otros, lo cual generaba un conflicto de intereses. “Ambas asistencias técnicas –señaló Arroyo Salgado– han efectuado presentaciones en forma concomitante con idéntico objeto y alcances, que sólo se distinguen por la identidad de los signatarios”. El ex camarista Gabriel Cavallo asumió entonces la defensa de la viuda de Noble.
Ese mismo mes, la jueza ordenó la toma compulsiva de muestras de ADN de Felipe y Marcela, mediante un allanamiento. Avisados por integrantes del mismo grupo de policías que iba a realizar el procedimiento, los dos jóvenes contaminaron sus ropas y enseres personales, por lo que los perfiles, al ser analizados en el Banco nacional de Datos Genéticos, resultaron inservibles.

Desde entonces y hasta ahora, los abogados de la viuda y de los dos jóvenes, han apelado todas y cada una de las medidas de la jueza tendientes a establecer la identidad de Felipe y Marcela. El circuito para cada medida es el mismo: la resolución de la jueza es apelada ante la Cámara, la de la Cámara ante Casación y la de Casación ante la Corte. De esta manera, las demoras se multiplican y la causa se estira constantemente. “Esto va a seguir así hasta que alguien les diga que no, porque hasta ahora, cada vez que apelan, se les eleva la apelación. Así se hace interminable, que es lo que ellos buscan”, dijo Pablo Llonto a Miradas al Sur.
La apuesta del Grupo Clarín es llegar a las elecciones de octubre sin que la causa avance. Apuestan – igual que con la investigación sobre la apropiación de Papel Prensa y la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual –a que un cambio de gobierno les vuelva a dar poder de presión para cerrarla o cajonearla definitivamente. Es una apuesta tan desesperada como de improbable concreción. Mientras tanto, las chicanas judiciales se le van agotando. Al final del camino está la verdad. Una verdad que, más allá del dolor que pueda causarles, liberará a Felipe y Marcela del peso de un origen desconocido. Y a Ernestina Herrera de Noble la llevará a donde debe estar.
 
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Piden que investiguen a Mitre y Magnetto por delitos de lesa humanidad

PIDEN QUE INVESTIGUEN A MITRE Y MAGNETTO POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD


EN UN DOCUMENTO HISTORICO LA FISCALIA RECLAMO LA INDAGATORIA A CIVILES Y MILITARES, ENTRE ELLOS LOS DIRECTIVOS DE CLARIN Y LA NACION POR EL DESPOJO DE LAS ACCIONES DE PAPEL PRENSA A LA FAMILIA GRAIVER

LA SECRETARIA DE DERECHOS HUMANOS EXPRESO QUE LA DENUNCIA POR ESOS DELITOS NO ERA UN ATAQUE “A LA LIBERTAD DE EXPRESION” Y SI  EN CAMBIO DEJABA EN CLARO QUE LA TRANSFERENCIAS DE LAS ACCIONES DEL MONOPOLIO DEL PAPEL SE HIZO EN EL MARCO DE LA PERSECUCION POLITICA
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La presunta transferencia compulsiva de las acciones de Papel Prensa SA, de la que eran propietarios algunos de los integrantes del denominado Grupo Graiver a las empresas La Nación, Arte Gráfico Editorial Argentino (AGEA) y La Razón habría consistido en un conjunto de acciones pergeñadas y ejecutadas en su casi totalidad en la Ciudad de Buenos Aires, con la directa intervención de la Junta Militar en colusión con los civiles denunciados, en el marco de una persecución por motivos políticos, económicos y religiosos, desatada desde el aparato terrorista estatal”. En esos términos, la Unidad Fiscal Federal de La Plata, que interviene en casos de terrorismo de Estado, calificó ayer de “crimen de lesa humanidad los hechos que rodearon la transferencia de acciones de la empresa Papel Prensa entre 1976 y 1977”, y le pidió al juez Arnaldo Corazza que se declare incompetente en esa causa y la remita al fuero federal porteño.
Nunca antes un documento judicial había sido tan categórico sobre una de las cuestiones hasta ahora menos investigadas de la última dictadura. La expresión está contenida en la página 10 de un total de 29 que utilizaron los fiscales Rodolfo Marcelo Molina y Hernán Schapiro para sostener que “dicha actividad persecutoria constituye un delito de lesa humanidad”.
El término “colusión”, según la Real Academia Española, define a un “pacto ilícito en daño de tercero”. La primer parte de la definición, el “pacto ilícito”, según los fiscales se celebró entre los accionistas privados de Papel Prensa y la dictadura; el tercero que sufrió el “daño” fue el Grupo Graiver”. El resultado: la empresa que ejerce el virtual monopolio de la fabricación y venta de papel para diarios en la Argentina quedó en manos de Clarín, La Nación y La Razón.
El dictamen fue elevado ayer a la consideración de Corazza, junto con un pedido para que el expediente pase a un juzgado federal de la Capital Federal, pues allí habrían tenido escenario la mayoría de los delitos que derivaron en lo que se insinúa con fuerza como “el despojo de Papel Prensa”.
El recorrido judicial todavía será largo: Corazza puede hacer lugar al planteo y considerar que se trata de un delito de lesa humanidad (y en consecuencia, imprescriptible) o rechazarlo. En ambos casos, las partes pueden apelar la determinación y el espinel judicial avizora tres instancias más de revisión: la Cámara Federal de La Plata, la Cámara Nacional de Casación y por último, la Corte Suprema de Justicia. Los recursos pueden ser interpuestos por las “partes”: la propia fiscalía, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, como querellante, y las defensas de los CEO de Clarín y La Nación, Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre, como imputados. Concretamente, a estos últimos se refieren los fiscales cuando hablan de “la directa intervención de la Junta Militar en colusión con los civiles denunciados”.
Por su parte, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, afirmó que el dictamen de la fiscalía federal de la Plata confirma lo dicho en la querella y “está claro que lo denunciado no era un ataque a la libertad de prensa”, como dijeron Clarín y La Nación. “Los fiscales, al examinar la prueba que se produjo, han podido comprobar la conexión existente entre Clarín, La Nación y la dictadura”, añadió la secretaría en un comunicado.
Una decisión definitiva sobre el porvenir de la causa podría demorar años. Pero nunca antes desde la justicia se había emitido un documento tan contundente sobre la presunta complicidad entre los accionistas privados de Papel Prensa y los jerarcas de la dictadura.
“Los hechos denunciados acaecieron en el marco de la última dictadura cívico militar. En tal sentido, como es de público conocimiento, ese contexto resultó propicio para la comisión de delitos de índole económica. Tales hechos abarcaron desde la apropiación de bienes de desaparecidos hasta grandes operaciones realizadas en colusión con sectores civiles, que significaron una enorme modificación regresiva de la estructura social argentina”, opinaron los fiscales.
La información recopilada desde el 30 de marzo de 2010 –cuando se inició la investigación hasta hoy para arribar a tal conclusión, provino de fuentes de todos los sectores sociales e ideológicos. Por caso, los fiscales evaluaron “la documentación utilizada por la firma editora del diario Tiempo Argentino para confeccionar las notas periodísticas relacionadas con el objeto de la presente investigación”, y también fotocopias de la nota publicada por la ultraderechista revista Cabildo en marzo de 1979, titulada “La Subversión de los Graiver y el Escándalo de Papel Prensa”. La declaración testimonial del último dictador, Reynaldo Benito Bignone, el 21 de enero pasado, y también las constancias de los pagos que habrían hecho los accionistas privados como consecuencia del acuerdo por la venta de las acciones de la empresa. Esa documentación fue aportada por el abogado de Clarín, Hugo Wortman Jofré, hace poco más de dos meses.
“La dictadura militar atribuía a los Graiver una supuesta vinculación económica con el grupo Montoneros. Tal es así que la ilegal sentencia del Consejo de Guerra (al que fueron sometidos miembros del Grupo Graiver) tuvo por fundamento central la supuesta ‘ayuda económica para finalidades ideológicas ilícitas’. Además, habría existido un marcado tinte antisemita en la decisión del Estado Nacional de quitar al Grupo Graiver de la escena nacional”, subraya el dictamen. Entre quienes padecieron el Consejo de Guerra figura Lidia Papaleo, quien a raíz de sus denuncias sobre aquellos oscuros episodios pasó a integrar el Programa Nacional de Protección de Testigos e imputados, dependiente del Ministerio de Justicia.
En caso de que el juez Corazza aceptara d
eclinar su competencia, el expediente podría recaer en dos juzgados de la Capital Federal: el de Daniel Rafecas, quien recibió un expediente derivado de una causa que tramita en la justicia Civil y Comercial Federal, o el de Norberto Oyarbide, en cuyo despacho aterrizó una presentación del abogado Antonio Liurgo, cercano al kirchnerismo. Por Nestor Sposito. Tiempo Argentino.

La fiesta de los trabajadores como en los años felices del peronismo

LA FIESTA DE LOS TRABAJADORES COMO EN LOS AÑOS FELICES DEL PERONISMO
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UNA CONVOCATORIA MASIVA, ORGANIZADA, A TODA FIESTA QUE NI SIQUIERA PUDiERON MINIMIZAR LOS ZOCALES DE TN Y SUS SOCIOS MEDIATICOS, CON MENSAJE DE MOYANO A TONO CON LA EXALTACION DE KIRCHNER, UN RECUERDO PARA LOS 90, LA DICTADURA     

ATRÁS QUEDO EL ENSAÑAMIENTO CON EL TITULAR DE LA CGT POR PARTE DE UNA CLASE MEDIA COLONIZADA CON UNA CULTURA DOMINANTE QUE SIEMPRE ENCUENTRA SOSPECHAS EN LOS SECTORES POPULARES, PERO JAMAS VE CORRUPCION EN LOS DIRECTORIOS DE LAS EMPRESAS O BANCOS O LOS ORGANISMOS



Por Mario Wainfeld. Pagina 12 . El clima, rara avis en la coyuntura política, adoptó una postura intermedia. No prodigó un día peronista, soleado y brillante, pero tampoco llovió, evitando aguar el festejo. La concurrencia fue multitudinaria, la organización prolija y sin fisuras. Los manifestantes llegaron, se expresaron y se fueron dejando casi sin argumentos a la Vulgata mediática dominante. Quedan siempre los conteos de micros y de choris, pero son patética explicación para la asistencia de tamaña muchedumbre. Llamarlos “militantes”, como insiste cierta prensa, es una doble flaqueza conceptual. Primero, porque arranca de menoscabar a los militantes, considerándolos una especie inferior a los ciudadanos libres (“la gente”) aquellos que, por decenas, se apersonan a los actos del rabino Sergio Bergman. Segundo, porque ninguna persona que sepa de política puede creer que nadie, ni siquiera un líder gremial como el secretario general de la CGT Hugo Moyano, congregue tantos militantes. Si contara con ellos, otro gallo cantaría. En el backstage del acto sin duda hubo organización, cuadros avezados, militantes. En la avenida 9 de Julio, le guste a quien le guste, una base social que ninguna fuerza opositora puede convocar hoy día.

El discurso se pronunció temprano, aun antes de lo previsto días atrás. La intención era prevenir desbordes y garantizar una desconcentración calma, con luz natural.

El palco, abrumadoramente masculino, también fue pensado con minucia. Moyano estuvo flanqueado por Daniel Scioli y Julio De Vido. El gobernador bonaerense era el mandatario más importante presente, con el que hay pulseadas por el manejo del PJ presidencial y las listas, pero también suficiente armonía para reconocerle un lugar de privilegio. El ministro nacional es el que tiene mejor onda con la cúpula cegetista.

En la primera fila, dirigentes sindicales alternaban con ministros, mientras Pablo Moyano quedaba al lado del referente de La Cámpora, Andrés “El Cuervo” Larroque.

Las demandas públicas y conocidas se hicieron oír, sin estridencias ni demasías. No hubo apriete, hubo política

LA DEMONIZACION DE MOYANO, LA FIESTA DE LA ARGENTINA BARBARICA DE LA 9 DE JULIO Y LOS QUE TIENEN LA PROPIEDAD PRIVADA DE LA MORAL PUBLICA, PERO NO SE OCUPAN DE LOS DIRECTORIOS DE LAS GRANDES EMPRESAS, BANCOS U ORGANISMOS FINANCIEROS INTERNACIONALES


Por Luis Bruschtein. Pagina 12 Como dice Vargas Llosa, el nivel de barbarie en el que está sumida la Argentina surge de manera ostensible si comparamos que en el mismo día de ayer las masas británicas se convocaron para festejar alegre y civilizadamente una boda en su familia real, en la monarquía que los adorna, mientras que aquí en esta Argentina barbárica se realizaba quizás el acto más grande del Día de los Trabajadores que se haga en Sudamérica.

Y el acto fue encabezado por un ser demonizado por los medios, acusado de piantavotos para la clase media, enemigo del establishment y de los políticos que hacen campaña a su costo. Cualquiera que quiere posar de prócer de la ética sigue el consejo del “péguele a Moyano”. Como dijo el susodicho en su discurso: “Nos vienen a hablar de moral con la bragueta abierta”.

Tanta palabra hueca, tanto desprecio y oportunismo barato, tanta campaña para autoconvencernos de que somos deleznables, termina por generar simpatía por lo que se critica o sea, por esta supuesta barbarie que por primera vez en muchos años incluye en todos los sentidos en vez de excluir, como sucedía cuando Argentina era “civilizada”, en los ’90, en la Década Infame o en la dictadura. Y tanto encarnizamiento con Moyano lleva a pensar también que algo bueno debe tener.

El ensañamiento con Moyano tiene algo del sentido común de una clase media colonizada por una cultura dominante que encuentra siempre sospechosas las formas de participación u organización de los sectores populares. La corrupción nunca está en los directorios de las grandes empresas o de los bancos o los organismos financieros internacionales. Los “investigadores implacables” van siempre tras estas formas de expresión de poder popular. La sospecha recae siempre allí. Hay políticos supuestamente progresistas y otros no tanto que basan toda su carrera en perseguir sindicalistas corruptos, que serían todos menos uno o dos que servirían para desmentir el fondo de la cuestión, que es el antisindicalismo o el antipiqueterismo. Y no se trata de beatificar a Moyano, sino de sacar del medio esa sospecha ignorante que no tiene nada que ver con las luchas por la democratización en el movimiento obrero.

Una columna de trabajadores atravesaba ayer el barrio de San Telmo para llegar a la 9 de Julio. Los vecinos se asomaron para verla pasar y la actitud de estos buenos vecinos era como si estuvieran viendo la caravana del circo con la jaula de los monos. Entonces, uno de los trabajadores les gritó con ironía: “¡Vengan, vengan, que nos pagan cien pesos!”. La ironía del supuesto “mono” fue tomada como literal por los su

Uno de los escritores fundamentales de la Argentina siglo XX

UNO DE LOS ESCRITORES FUNDAMENTALES DE LA ESCRITURA ARGENTINA DEL SIGLO XX.


CUANDO EN JUNIO CUMPLIA SU CENTENARIO MURIO ERNESTO SABATO, UNO DE LOS GRANDES DE LA LITERATURA LATINOAMERICANA

EL AUTOR DE “SOBRE HEROES Y TUMBAS”, “EL TUNEL” Y “ABADDON, EL EXTERMINADOR, FALLECIO A LOS 99 AÑOS EN SU CASA DE SANTOS LUGARES. MAÑANA IBA A SER HOMENAJEADO EN LA FERIA DEL LIBRO

Escritor, ensayista, físico (retirado) y pintor argentino. Ha escrito tres novelas, El túnel, Sobre héroes y tumbas; Abadán el exterminador, y diferentes ensayos sobre la condición humana.

En 1938 obtuvo el Doctorado en Física en la Universidad Nacional de La Plata. Le fue concedida una beca anual para realizar trabajos de investigación sobre radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie en París. El 25 de mayo de 1938 nació su primer hijo, Jorge Federico. En París entra en contacto con el movimiento surrealista y con la obra de Óscar Domínguez, Benjamín Péret, Roberto Matta Echaurren, Esteban Francés, entre otros. Esto marcaría una profunda influencia en sus futuras obras.

En 1941 apareció su primer trabajo literario, un artículo sobre La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares, en la revista Teseo de La Plata. También publicó una colaboración en la revista Sur de Victoria Ocampo, por intervención de Pedro Henríquez Ureña. En 1942 continuó colaborando en aquella publicación con reseñas de libros, se encargó de la sección "Calendario" y participó del "Desagravio a Borges" en el N.º 94 de Sur.

En 1945 publicó su primer libro, Uno y el universo, una serie de artículos filosóficos en los que critica la aparente neutralidad moral de la ciencia y alerta sobre los procesos de deshumanización en las sociedades tecnológicas. Con el tiempo iría avanzando hacia posturas libertarias y humanistas. Ese mismo año recibió, por el libro, el primer premio de prosa de la Municipalidad de Buenos Aires y la faja de honor de la Sociedad Argentina de Escritores.

En 1948, después de haber llevado los manuscritos de su novela a las editoriales de Buenos Aires y de ser rechazado por todas, publicó en la revista Sur El túnel, una novela psicológica narrada en primera persona. Enmarcada en el existencialismo, una corriente filosófica de enorme difusión en la época de posguerra, El túnel recibió críticas entusiastas de Albert Camus, quien lo hizo traducir por Gallimard al francés. Aparte de éste, la novela ha sido traducida a más de diez idiomas.

En 1951 se publicó el ensayo Hombres y engranajes bajo la editorial Emecé y al año siguiente, en 1952, se estrenó en la Argentina la película de El túnel, nuevamente bajo la editorial Emecé, editó el ensayo Heterodoxia.

En 1955 fue nombrado interventor de la revista Mundo Argentino por el gobierno de facto impuesto por la Revolución Libertadora, cargo al que renunciaría al año siguiente por haber denunciado la aplicación de torturas a militantes obreros. Ese mismo año presentó El otro rostro del peronismo: Carta abierta a Mario Amadeo, en donde, sin abdicar de sus antipatías hacia la figura del ex presidente Juan Domingo Perón, efectúa la defensa de Evita y sus seguidores; posición que le crearía numerosas críticas de los sectores intelectuales argentinos, que eran mayoritariamente opositores al gobierno derrocado.

En 1958, durante la presidencia de Arturo Frondizi, Sabato fue designado Director de Relaciones Culturales en el Ministerio de Relaciones Exteriores; puesto al que también renunciaría al año siguiente por discrepancias con el gobierno.

En 1961 publicó Sobre héroes y tumbas, que ha sido considerada como una de las mejores novelas argentinas del siglo XX. Se trata de una novela que narra la historia de una familia aristocrática argentina en decadencia, intercalada con relato intimista sobre la muerte del General Juan Lavalle, héroe de la Independencia.

En 1984 recibió el Premio Miguel de Cervantes, máximo galardón literario concedido a los escritores de habla hispana. Fue el segundo escritor argentino en recibir este premio, luego de Jorge Luis Borges en 1979.

El 21 de diciembre de 1990, en su casa de Santos Lugares se casa por iglesia con Matilde Kusminsky Richter. La ceremonia fue oficiada por el MonseñorJusto Oscar Laguna y Monseñor Jorge Casaretto.

En 1995 murió su hijo Jorge Federico en un accidente automovilístico. En 1997 recibió el XI Premio Internacional Menéndez Pelayo. El 30 de septiembre de 1998 falleció su esposa, Matilde Kusminsky Richter, y publicó sus memorias bajo el título de Antes del fin y el 4 de junio de 2000 presentó La Resistencia en la página de Internet de un diario nacional, convirtiéndose de esta manera en el primer escritor de lengua española en publicar un libro gratuitamente en Internet antes que en papel.