ENTRE EL 14 Y EL 20 DE DE JUNIO, HAY MENOS DE UNA SEMANA, PERO SERA LO SUFICIENTE PARA QUE EL PROCESO POLITICO A NIVEL PRESIDENCIAL SE TRANSPARENTE Y SE DEFINA EN EL UNIVERSO SOCIALISTA, Y MUCHO MAS AUN EN EL NACIONAL
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AUN CUANDO EN EL PS SE LO NIEGUE O DESMIENTA, LA REALIDAD POLITICALA PRESENTACION DE
PARTIENDO DE LA BASE QUE
EN REALIDAD LOS DOS FRENTES SE ESTAN AUTODESTRUYENDO Y TORNARAN CASI SEGURAMENTE LA DEL 23 DE OC TUBRE UNA ELECCION SIN NECESIDAD DE BALLOTAGE. Y CON UN AGREGADO MÁS. TANTO RICARDO ALFONSIN COMO PINO SOLANAS HAN QUEDADO DEVALUADO ANTE LA CONSIDERACION PUBLICA
POR ESO AUN CUANDO LO DESMIENTAN, EN EL SOCIALISMO SE ESTA PENSANDO MAS POR UN LADO, EN TRATAR DE PROTEGER LO QUE HAN LOGRADO, QUE ES EL FRENTE PROGRESISTA EN SANTA FE, Y POR EL OTRO RESGUARDAR LA FIGURA DE
EL DIA 14 DE JUNIO SE DEBERAN PRESENTAR LAS LISTAS PARA LOS CANDIDATOS PRESIDENCIALES. CRISTINA PUEDE DEFINIRSE ESE MISMO DIA A LAS 12 DE LA NOCHE. BINNERLA BANDERA CONLA PRESIDENTA Y
EN UN ANALISIS QUE REALIZA LEO RICCIARDINO SE DESMENUZA VARIAS DE ESTAS POSIBILIDADES, Y EL MISMO AGUSTIN ROSSI SOSTIENE QUE HERMES BINNER NO SERA CANDIDATO A PRESIDENTE POR TODO ESTE CONJUNTO DE DATOS POLITICOS, ENTRE ELLOS EL DE UNA CRISTINA PRESENTE EN ROSARIO COMO PRESIDENTA Y CANDIDATO EL 20 DE JUNIO.
ENTRE EL 14 Y EL 20 DE JUNIO EN EL MONUMENTO A LA BANDERA
Transcripción de un tramo del análisis de Rosario 12. “La campaña ya empezó y tiene el condimento especial de trazar un escenario absolutamente distinto a partir de un hecho central de cara a los comicios de julio: Dentro de 16 días se conocerán las fórmulas presidenciales para las primarias nacionales de agosto y las generales de octubre. Es decir que cuando la presidenta Cristina Fernández venga a Rosario para el 20 de Junio en el Día de la Bandera , ya se va a saber si es candidata a la reelección y también se conocerá si Hermes Binner encabeza o no alguna fórmula presidencial o alguna lista de candidatos a diputados nacionales.
Rossi está convencido de que Binner no hará tal cosa, que por el contrario buscará provincializar la elección de julio. Si no, se leerá en Santa Fe que la pelea no sólo es Rossi Bonfatti, sino Cristina Hermes; y eso al socialista no le conviene. El diputado nacional del Frente para la Victoria completa además su análisis de la siguiente manera: Los que votaron por él, por Omar Perotti, por Rafael Bielsa y por Juan Carlos Mercier tienen dos cosas en común. Primero, todos votaron por un candidato peronista, segundo votaron por un cambio en la provincia. Ergo, el único peronista que queda en pie es Rossi y por ende también él mismo encarna el cambio.
Del otro lado, del lado del socialismo, analizan que todo el universo de voto peronista en Santa Fe no es kirchnerista. Que más de la mitad de los 203.387 sufragios que fueron a Perotti, pertenecen a un núcleo reutemista sojero que difícilmente vayan a parar a la candidatura de Rossi. Una parte podría migrar tras Miguel Del Sel, aunque nunca irían a parar a las filas del Frente Progresista. Para el socialismo, el voto frentista tiene una menor volatilidad. Por ejemplo, los más de 200 mil votos al radical Mario Barletta, ¿adónde irían sino tras de la candidatura de Bonfatti por más enojo que exista con el socialismo por el fracaso de las negociaciones a nivel nacional con Ricardo Alfonsín? El mismo Barletta declaró que a sus votos no los tiene "en una valija" y los lleva "para todos lados". Aunque también reconoció que si Binner era candidato a presidente o a diputado nacional sin el radicalismo, "yo no lo voto". Casi la misma pregunta se puede formular frente a los 152 mil votos de Rubén Giustiniani. Por más dura que haya sido la interna socialista y por más contundente que haya sido la derrota del senador nacional, ¿a dónde iría ese cúmulo de sufragios sino a la candidatura única ahora del Frente Progresista?
Siguiendo con las matemáticas, no hay que perder de vista que la categoría de gobernador en las primarias del 22 de mayo tuvo entre blancos y anulados 170.284 votos. Es legítimo preguntarse si ante una polarización de candidatos en las generales de julio y con el sistema de boleta única ya ensayado, esa cantidad no se reduciría drásticamente. Es un número suficiente como para triunfar o caer derrotado en una elección provincial. Muchos analistas suponen que en esta cantidad hay votantes que no quieren involucrarse en una elección primaria pero que después deciden su voto en la general. Obviamente, una porción pertenece a aquellos ciudadanos que expresan así su repudio a la clase política y que creen que una elección no cambiará demasiado las cosas.
Como sea es otra elección la que se avecina, con los antecedentes de mayo pero con hechos internos y externos a la vida de los partidos y de los candidatos que pueden hacer variar dramáticamente los cálculos. En ese sentido, está claro que cuando Binner nacionalizó la elección primaria lo hizo en un mensaje claro hacia el interior del socialismo y del Frente Progresista en la provincia. Supeditó en aquella oportunidad sus chances nacionales a un triunfo de Bonfatti. Ahora que ese triunfo se produjo, las cosas son distintas, ya nadie que quiera a Binner candidato a presidente necesita un nuevo triunfo de Bonfatti en la provincia. Y es más, el gobernador socialista sabe y supone que gran parte de los votantes de Bonfatti en julio pueden llegar a sufragar por Cristina en agosto y octubre.
Ese vínculo es el que tratará de dinamitar Rossi. El diputado del Frente para la Victoria nacionalizará esta segunda instancia electoral santafesina como lo hizo en la primera. Para eso necesita que no haya confusiones y que todo el que ya tenga decidido votar por Cristina en agosto y octubre, lo haga por él en los comicios provinciales de julio
Informe de Rosario 3 Ahora la prioridad del PS es garantizar los acuerdos con la UCR en la provincia
Si bien queda una reunión pendiente a nivel nacional, la posibilidad de una alianza para las presidenciales parece cada vez más lejana. En ese marco, el binnerismo convocará a una reunión del Frente Progresista santafesino. La idea es asegurar que no haya cortocircuitos de cara a las elecciones generales provinciales de julio. Molestia con Barletta. Bonfatti y Henn se reunieron con Lifschitz y Fein
Ya sin demasiado margen para dilaciones, el socialismo intentará esta semana negociar en dos frentes con los radicales, en medio de los cortocircuitos por su decisión de no aceptar integrarse a un acuerdo nacional para las elecciones presidenciales si la UCR insiste en incluir en el mismo a Francisco de Narváez. Es que a las reunión que se realizaría con las autoridades nacionales del centenario partido se sumaría otra con las provinciales, con el objetivo de buscar que las tensiones no se trasladen puertas adentro de Santa Fe. Así, el binnerismo, que en los hechos está manejando el PS más allá de que el presidente formal es Rubén Giustiniani, deja en claro cuál es su objetivo fundamental: asegurarse la continuidad en el poder en Santa Fe, a través del candidato que surgió de las internas abiertas del domingo anterior, el ministro de Gobierno Antonio Bonfatti.
En pos de ese objetivo, este lunes produjo una primera postal: Bonfatti y su candidato a vice, el radical Jorge Henn, fueron al despacho principal de la Municipalidad para reunirse con Miguel Lifschitz y la candidata a intendente, Mónica Fein, para acordar estrategias para la campaña para las generales. El propio Bonfatti subió enseguida una foto a Twitter, como para que quede claro que hay unidad en el partido y buena sintonía con la pata radical, representada en Henn.
Las reuniones que vienen
En el plano nacional, a fines de la semana pasada hubo un contacto entre el negociador binnerista, el senador provincial Juan Carlos Zabalza, para tener una reunión este lunes o martes con el titular de la UCR , el chaqueño Angel Rozas.
Más allá de las declaraciones públicas de buena voluntad, las diferencias parecen complicadas de resolver: el PS ratificó el sábado en una reunión de su comisión de acción política presidida por Hermes Binner que De Narváez es un límite y el candidato presidencial de la UCR , Ricardo Alfonsín, apareció en los diarios del domingo afirmando no sólo que siguen adelante con las negociaciones con el Colorado sino que además sostuvo que puede ganar sin el socialismo pero no sin una pata peronista.
Por eso, aunque queden pendientes reuniones a nivel nacional, la preocupación más fuerte pasa ahora por evitar que los cortocircuitos se reproduzcan puertas adentro de Santa Fe, donde socialistas y radicales se necesitan demasiado como para producir una ruptura. Es que el binnerismo tiene como objetivo central, antes que cualquier cuestión nacional, asegurar el triunfo de Bonfatti. Y los radicales santafesinos, que tienen varios candidatos a senadores departamentales, son mayoría en la lista de diputados provinciales y pretenden participar también de una eventual gestión del actual ministro de Gobierno, tampoco pueden descuidar la unidad del Frente si pretenden convertir en cargos esas postulaciones.
Fue Zabalza, en declaraciones al programa Diez puntos, de Radio 2, fue quien dijo que en los próximos días se convocará a una reunión del Frente Progresista. La convocatoria será a las autoridades partidarias.
El senador rosarino dijo además que las advertencias del intendente de Santa Fe, Mario Barletta, quien sostuvo que si no hay acuerdo a nivel nacional eso influirá en el plano local, “no expresa la realidad de quienes integramos el Frente Progresista de Santa Fe”, y hasta afirmó que sería de “mucha irresponsabilidad avanzar en forma unilateral”.
No lo dijo Zabalza, pero la idea de llamar a una reunión a las autoridades de la UCR santafesina lo que busca, justamente, es correr a Barletta –que no forma parte de la conducción partidaria– de cualquier negociación, pues desde el socialismo entienden que lo que busca el intendente de Santa Fe es un posicionamiento interno, acaso de cara al armado de la lista de diputados nacionales que acompañará a Ricardo Alfonsín desde Santa Fe.
Una prioridad diferente a la del binnerismo, que necesita del Frente Progresista santafesino unido no sólo para ganar la elección provincial de julio sino también para, en caso de que efectivamente triunfe Bonfatti, que los diputados provinciales de la UCR no se paren en la vereda de enfrente.
