DEFINICIONES DEL PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA, RICARDO LORENZETTI QUE NO DEJAN DUDAS EN TORNO A LOS CRIMENES DE LESA HUMANIDAD

“CUANDO LA CIUDADANIA SE ENTERA DE CÓMO ERAN LOS CENTROS CLANDESTINOS DE DETENCION, APRENDE DE LA HISTORIA PARA QUE NO SE VUELVA A REPETIR”, DEJO EN CLARO EL TITULAR DE LA CORTE AL DEFINIR EL “ALTO VALOR PEDAGOGICO QUE TIENEN LOS JUICIOS DE LESA HUMANIDAD

LORENZETTI REAFIRMO QUE LA CORTE ESTA TRABAJANDO PARA TRANSPARENTAR Y DEMOCRATIZAR LA JUSTICIA” Y ANTICIPO QUE EL PROXIMO 11 DE AGOSTO LA CORTE SUPREMA PRESENTARA UN DETALLADO INFORME SOBRE LA EVOLUCION DE LOS JUICIOS QUE SE LLEVAN ADELANTE EN TODO EL PAIS POR CRIMENES DE LESA HUMANIDAD COMETIDOS DURANTE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR.

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AL REFERIRSE A LA SELECCIÓN DE LOS MAGISTRADOS, EL PRESIDENTE DE LA CORTE, DIJO QUE LA JUSTICIA TENDRIA QUE TENER MAS INDEPENDENCIA, PERO AL MISMO TIEMPO EXPRESO QUE DEBERIA HABER MAS CONTROL DE LOS CIUDADANOS SOBRE SU FUNCIONAMIENTO.  SEÑALO EN ESE SENTIDO QUE LOS JUECES NO PUEDEN ENOJARSE POR LO QUE OPINEN SOBRE UN FALLO “EL TEMA ES QUE DEBERIA HABER MAS CONTROL DE LA POBLACION “ Y RESALTO QUE ESTO DEBERIA SER NORMAL. .

Informe de Demian Vewrdura, Imágenes del Sur.    Definiciones del presidente de la Corte ante la prensa. El próximo miércoles 11 de agosto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación presentará un informe sobre la evolución de los juicios que se llevan adelante en todo el país por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. Lo dijo el presidente del Tribunal Supremo, Ricardo Lorenzetti, durante una conferencia de prensa organizada por la Fundación Konrad Adenauer en la Universidad Católica Argentina. El lugar donde se realizó el anuncio es un dato en sí mismo, ya que no puede definirse como un escenario progresista.

Lorenzetti habló también sobre la necesidad de democratizar el modo de selección de los jueces y aumentar el control ciudadano en el funcionamiento de la Justicia.

“Los procesos por los crímenes de lesa humanidad tienen un gran valor pedagógico”, resaltó el presidente de la Corte. Y en este sentido, señaló que los juicios se llevan adelante con dos criterios fundamentales: brindarles a los acusados todas las garantías del Estado de derecho y el respeto a las instancias del debido proceso. “Es importante asegurar la legitimidad institucional y la transparencia de estos procesos”, señaló Lorenzetti. Y destacó la relevancia de la difusión de las audiencias judiciales: “Cuando la ciudadanía se entera cómo eran los centros clandestinos de detención, aprende de la historia para que no se vuelva a repetir”.

Durante los 60 minutos que duró la conferencia, el presidente de la Corte mantuvo un tono pausado y didáctico. Se refirió al funcionamiento del Poder Judicial de la Nación (PJN), con énfasis en el modo de selección de los magistrados. Sostuvo que, a su criterio, la Justicia debería tener más independencia y, al mismo tiempo, aseguró que tendría que aumentar el control de los ciudadanos sobre su funcionamiento.

Miradas al Sur lo consultó sobre cómo se conjugarían ambas cosas y si acaso el control ciudadano no se ejerce, hoy, a través del Consejo de la Magistratura, integrado por diputados y senadores elegidos por el voto popular. Lorezetti contestó que el Consejo tiene que seguir existiendo, aunque observó que “el tema es que debería aumentar el control de la población”. En este sentido, puso como ejemplo el proceso de selección de los actuales ministros de la Corte Suprema a través del procedimiento que estableció el decreto 222/03, promulgado por el ex presidente Néstor Kirchner a los pocos meses de asumir.

Esta norma dispone que los candidatos al Máximo Tribunal propuestos por el Poder Ejecutivo deben someterse a una evaluación de la opinión pública. Es a través de la difusión de sus antecedentes profesionales en internet y en los principales medios gráficos. También fija la obligación de convocar a audiencias públicas en las que los candidatos deben contestar las preguntas de ciudadanos y ONG. Lorenzetti admitió que “ese proceso tuvo cierta incomodidad por la cantidad de preguntas que se hacen”. Y reconoció que no es fácil estar en el centro de la atención pública. “Pero a la larga es muy sano porque le da mucha legitimidad a los magistrados elegidos”, dijo. Luego agregó que un mecanismo parecido podría aplicarse para la elección del resto de los magistrados del Poder Judicial.

Justicia vs Política. Los conflictos entre los distintos poderes del Estado, producto de los altos niveles de judicialización de la política, también tuvieron un espacio en la conferencia de prensa. Lorenzetti buscó quitarle dramatismo al tema. Señaló que los cruces se producen sólo en las causas que tienen mucha relevancia o efectos económicos directos, como los juicios por las jubilaciones. “La mayoría de los temas que están en el Poder Judicial, por ejemplo en los tribunales de familia, no sufren ningún conflicto de poderes”, expresó. Y aseguró que este tipo de confrontaciones no suceden sólo en la Argentina, sino que es común que se den en varios países del mundo.

En otro tramo del encuentro con la prensa, que copió el modelo del Club de Prensa alemán, Lorenzetti opinó que el Tribunal Superior debe emitir sus fallos en los temas relevantes intentando pensar lo más posible en sus efectos de largo plazo.

Consultado sobre los supuestos embates del poder político hacia el judicial, el presidente de la Corte dio una respuesta que despertó la sorpresa de varios de los presentes. Señaló que los jueces no pueden enojarse porque se opine sobre sus fallos y resaltó que esto debería ser “normal”. E inmediatamente agregó: “Todo el mundo puede decir lo que piensa sobre el accionar de un juez. Lo que no puede ocurrir es que los magistrados se pronuncien influenciados por las opiniones que puedan despertar, vengan de quien vengan”.

 

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EL ESCENARIO POLITICO POSTERIOR AL CONOCIMIENTO DE TODAS LAS FORMULAS PRESIDENCIALES PARA OCTUBRE

OPINION. Por Doris Capurro. Analista politica. Ibarometro

CRISTINA Y EL RESTO.   APROBACION Y ADHESION.    MAS QUE LA SUMA DE LAS PARTES.   ALFONSIN Y LA LEY DE GRAVEDAD.  NO ES EL VOTO PLASMA.  EL FUTURO Y LA INCERTIDUMBRE  

Con todas las piezas en el tablero, el panorama electoral muestra la consolidación de dos rasgos: el fortalecimiento de la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner (ubicada ya en “la mitad más uno”) y la dificultad de la oposición para consolidar con fuerza alguna de sus candidaturas. Ninguna de las alternativas opositoras logra escalar siquiera hasta el modesto 10 por ciento de los votos nacionales.

Aprobación y adhesión

La evaluación favorable a la actuación del gobierno nacional se mantiene en niveles muy altos. Sin embargo, existe un matiz importante que surge cuando analizamos el tipo de acompañamiento que suscita el kirchnerismo. Por un lado, encontramos que cerca de un 60 por ciento de los argentinos evalúa positivamente el gobierno nacional. Por el otro, que un 35 por ciento se considera “kirchnerista”, es decir no se limita a una aprobación aséptica del Gobierno, sino que expresa una adhesión más intensa, una identidad

Más que la suma de las partes

 La designación de Amado Boudou logró una amplia aceptación en el electorado: uno de cada dos argentinos califica como positiva la designación del ministro de Economía. El dato no resulta menor a la luz de la historia reciente del kirchnerismo y el rol del vicepresidente. Independientemente de las miradas más o menos favorables sobre el gobierno nacional, la opinión pública prefiere fórmulas coherentes que aseguren cierta unidad interna. En estos términos es percibida la composición de la fórmula presidencial, como más que la suma de las partes.

Alfonsín y la ley de la gravedad

Es especialmente llamativa la evolución de la intención de voto de Ricardo Alfonsín. En los últimos tres meses, sus indicadores, imagen e intención de voto, vienen sufriendo una imparable hemorragia. Pasó de ser el segundo candidato en intención de voto a ocupar, hoy, el cuarto puesto en el ranking de las preferencias electorales de los argentinos.  El electorado parece castigar los zigzagueos de Alfonsín en materia de armados electorales, sus dificultades para sintetizar una fórmula con el sector de Hermes Binner y la inconsistencia que se percibe entre su figura, su partido y su socio político, Francisco de Narváez. En este momento Eduardo Duhalde ocupa un segundo lugar, y si bien no logra despegar,  el electorado le reconoce una mayor claridad y consistencia a su posicionamiento político

ARGENTINA, EL DIA DEL DEBUT. CUANDO EL FUTBOL NO ESTUVO A TONO CON LA FIESTA

DOS PUNTOS DE VISTA PARA UN PARTIDO QUE DEJO UNA SENSACION DE FRUSTRACION

NI CON LA “PULGA” ALCANZO PARA LLEGAR A UNA PRODUCCION ACEPTABLE. . EL EQUIPO COMO TAL NO EXISTIO Y MOSTRO MUCHO DE LO DE ANTES: UNA SELECCIÓN QUE NO ES CAPAZ DE ENCONTRARLO A MESSI PARA SACAR LO MEJOR DE EL. POR LO MENOS HASTA BOLIVIA QUE NO ES UNA SUPERPOTENCIA AUNQUE SE HAYA MOSTRADO COMO UN EQUIPO ORDENADO  ( Por Nicolas Zuberman- Tiempo Argentino)

SIETE PARA, UNO PARA TODOS. DE ESTA MANERA PARECE QUE JUGO POR LO MENOS ESTE PARTIDO, EL EQUIPO DE BATISTA. SIETE VOLANTES PARA PRODUCIR JUEGO, TODOS MUY ADELANTADOS, PERO EL EQUIPO DEPENDIO DE INDIVIDUALIDADES ( Por Ricardo Gotta – Tiempo Argentino) ,  

“NI CON LA PULGA ALCANZO…”

Sin equipo. El talento de La Pulga no alcanza en un seleccionado que no es capaz de encontrarlo para sacar su mejor versión, esa que es indiscutible en todo el mundo. Esta vez, hasta Bolivia y en casa lo puso en evidencia.

  Argentina juega con Lionel Messi en su equipo, ese mismo que brilla en el mundo del fútbol. Lo tiene entre los 11 a un chiquilín capaz de discutir –a futuro, tal vez- la leyenda eterna de Diego Maradona. Lo tiene de cerca, ante su gente, pero con esa presencia que encandila a propios y ajenos apenas empata con Bolivia en el debut de la Copa América. 

Se enciende cuando tiene la pelota en los pies, casi naturalmente porque no necesita calor para la capacidad técnica. Se enciende porque es Messi, porque lleva la luz de los elegidos que hablan el idioma de la pelota. Se enciende, pero se apaga entre tanto barullo y traslado y falta de sociedad para que ese pequeño gigante mundial ilumine a todo un estadio que espera, inagotable, tanta magia vista por la televisión. Pero el fútbol del seleccionado no aporta ese espacio para el zurdo.

En un primer tiempo donde el detalle es que se le rompe el botín derecho –a los 10 minutos-, habilita a Ezequiel Lavezzi por la derecha, le pega al arco-responde el arquero- y se choca con Carlos Tevez en plena carrera a pura gambeta. A Messi, claramente, le falta algo. Tal vez, eso mismo tan ausente en Sudáfrica 2010, el armador anónimo que le permita libertades necesarias para jugar adelante, de nueve, de lo que quiera. En el rol de organizador, la Selección se pierde esa chance de ver en plenitud al mejor futbolista de la actualidad.

Alguna interpretación en el mediocampo con Ever Banega, no más que eso. Una pelea, en su fastidio por la falta de respuestas del equipo, con Rivero, el volante de la selección boliviana, que se pone frente a frente quizás para ver de cerca a esa estrella tan lejana.

Ese cambio táctico, la nueva apuesta de poner a Tevez como nueve definido, tampoco le dio aventuras y relaciones a Messi –al menos fluidas- con sus compañeros. Angel Di María, para abrir otro canal de diálogo. Sobre todo, en ese silencio tan agudo que se genera a partir del gol de Bolivia, en un estadio que no entiende bien qué sucede aunque supone por qué sucede. Otra vez, desde lo individual, el de Barcelona puede estar cerca por mano propia. La para de pecho, le da de primera y el arquero le quita la chance del empate.

Lo espontáneo, la astucia e improvisación, todo eso se pierde Argentina con Messi sin ese lugar que nadie es capaz de encontrarle. En algo tan sencillo como el fútbol, cuando se tiene al mejor intérprete, no debiera ser tan difícil captar las señales que a La Pulga le den herramientas genuinas, de esas que él bien conoce con ese Barcelona detrás en el que tiene la misión de definir todo eso que tan bien genera y se genera.

El ingreso de Agüero, alguien con el que Messi más de una vez manifestó que se siente cómodo en el ataque, insinuó el despertar definitivo. Sobre todo, con el gol del empate del Kun. Del diez se espera todo eso que se le cae de los bolsillos, el talento. Todo lo que, sabido es, ofrece por condiciones indiscutibles. Entonces, cada vez que la pelota pasa, cerca o lejos, la desesperación por un triunfo gana ese espacio para que todo lo resuelva el zurdo. Demasiado, para un futbolista que desde el Mundial pide a gritos por un pasador de pelotas.

El frío, tan parecido al de Sudáfrica. El juego, tan similar al de un equipo que no engancha el idioma de Messi. Ese pibe que habla en castellano, como todos . Un idioma que por estos pagos todavía nadie escuch

SIETE PARA UNO, UNO PARA TODOS

Así juega. Batista puso siete hombres para generar juego, con volantes adelantados, pero el equipo dependió de individualidades.

  No se le puede reprochar la intención, al menos, esa búsqueda de jugar y jugar, de tener la pelota, de poner hombres que supongan el juego ofensivo que pregona el entrenador. Pero no siempre se puede lograr que esa planificación se traslade a la cancha. Al juego. Es lo que le pasó a la Selección, cuyo técnico, Sergio Batista, rodeó a Lionel Messi de muchos jugadores, seis de la mitad de cancha hacia adelante, para llegar al gol.

En el primer tiempo, al menos, el croquis no anduvo.

Mascherano como líbero adelantado fue casi un tercer central, con Burdisso y Milito a sus espaldas. El resto estuvo –cuando la pelota quedó en poder argentino– del medio hacia adelante. Zanetti y Rojo por las bandas, Banega y Cambiasso por el centro, Tevez y Lavezzi arriba... ¿Y Messi? El punta de lanza de esta Selección no fue tal. Con la pelota lejos, retrocedió siempre para tocarla, tenerla, mimarla de a ratos. El tema fue el funcionamiento alrededor del astro. O lo que se intentó.

Banega se convirtió de a poco en el volante creador, el que pisó y distribuyó. Cambiasso, en cambio, apoyó más su juego en los pelotazos y en intercambiar posiciones con Messi: si Lio iba para atrás, el Cuchu iba para adelante, incluso quedando en ocasiones como el jugador m