viernes, 29 de abril de 2011

La Union Democratica en pleno embarazo

SOLAMENTE QUEDA ESPERAR QUE ES LO QUE DECIDIRA EL SOCIALISMO. SI SE QUEDA EN LA NUEVA ALIANZA O SE JUEGA CON SOLANAS



LA UNION DEMOCRATICA ESTA YA ESTA EMBARAZADA Y ASPIRA A CONVENTIRSE EN EL HIJO PRODIGO DE LA CENTRO DERECHA

BAJO EL LIDERAZGO DEL HIJO DE ALFONSIN, LAS ALIANZAS CON DE NARVAEZ Y MACRI,  EL APOYO CON TODO SU PODER DE FUEGO DE LA CORPORACION MEDIATICA ENCABEZADA POR CLARIN Y LA NACION Y LOS GRUPOS HEGEMONICOS COMO TECHINT

LA CAIDA DE SANZ Y LA CASI SEGURA DE MACRI DEJAN EL TERRENO LIBRE PARA LA REPARTIJA Y LA ESTRATEGIA EN BUENOS AIRES CON EL COLMBIANO FRANCISCO DE NARVAEZ BAJO LA ESTRATEGIA DE COBOS.

SEGURAMENTE DESPUES VENDRA LA “REUNION “DE LOS EQUIPOS TECNICOS PARA ARMAR LA FANTOCHADA DE UN PROGRAMA QUE” SALVE A LA REPUBLICA DEL REINADO DE LOS KIRCHNER.”

Los últimos datos `políticos no hacen sino confirmar que Ricardo Alfonsín y la estructura de la  estructura de la UCR, conformara el esqueleto de la nueva y tan ansiada Unión Democrática, la que a través de los acuerdos con el empresario mediático, Francisco de Narváez y el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri – el que también se bajara de sus ambiciones presidenciales, se convertirá en la fuerza de centro derecha. soñada por los grupos económicos y mediáticos, particularmente el Grupo Clarín, y ahora Techint.

Deserciones o incorporaciones mas o menos a esta entinte de partidos “democráticos” de la oposición, casi seguramente polarizara las elecciones con el peronismo, algo que no podrá sortear el intento de Proyecto Sur, el GEN, y otros quedando por ahora el interrogante de lo que ara el Socialismo dividido entre Hermes Binner y Rubén Giustiniani. De los dos lados lo han tentado al gobernador de Santa Fe, quien mantiene un frente con el radicalismo y otros para la provincia. Por cualquiera de los decisiones que tome se fracturara alguna de sus alianzas ya que esta coyuntura no admite jugar a dos puntas.  

EL HIJO DEL PRESIDENTE SE ALZO CON LA CANDIDATURA PRESIDENCIAL.


 Por Nicolás Eisler – Tiempo Argentino      Tras la renuncia de Sanz a su precandidatura, el diputado confesó que a nivel nacional no está dispuesto a aliarse con quienes piensan distinto, pero que a nivel provincial todo se puede conversar. El mendocino y Aguad presionan.
  Ricardo Alfonsín le abrió ayer definitivamente las puertas a Francisco De Narváez y al PRO para cerrar alianzas electorales, aunque puso algunos reparos. “A nivel nacional está claro que no vamos a sumar a quienes tienen visiones de país diferentes. Pero abajo las cuestiones a decidir son diferentes y es más fácil encontrar acuerdos”, aseguró el diputado radical. Confirmó así el anticipo de Tiempo Argentino sobre la negociación con esas fuerzas políticas.
Ungido definitivamente como candidato a presidente por la UCR, luego de la dimisión de Ernesto Sanz, Ricardo Alfonsín busca ordenar las piezas para dar batalla al kirchnerismo en octubre. La tarea no parece sencilla: el radicalismo no cuenta con candidatos de peso para dos de los principales distritos del país: la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, y a 47 días del cierre del plazo que establece la ley para que los partidos presenten sus alianzas para las primarias del 14 de agosto, la incertidumbre reina en el centenario partido.
“Hay fuerzas políticas que no coinciden con nosotros en visiones de país, pero que pueden acompañarnos a nivel provincial, y nosotros lo vamos a discutir con el socialismo y el GEN”, señaló Alfonsín. Por ahora la idea del legislador cuenta con un obstáculo de peso: tanto la fuerza liderada por Margarita Stolbizer como el Partido Socialista ya expresaron en varias oportunidades su negativa a que De Narváez acompañe al Acuerdo Cívico mediante una “colectora”.
Por el lado del “Colorado” admitieron la existencia de “conversaciones” y aclararon que ellos tampoco piensan en listas de adhesión. “Nosotros no vamos a ser colectora de nadie. Sólo estamos dispuestos a sumarnos a un candidato a presidente que lleve un solo postulante a la gobernación. No vamos a entrar en un esquema para acompañar a alguien que tenga cuatro postulantes para la provincia”, aseguraron desde el denarvaísmo.
A la irrupción del ex dueño de Casa Tía en la UCR se suma otra que, para las patas del Acuerdo Cívico, resulta extremadamente incómoda, la del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri.
El alcalde porteño viajó hasta Córdoba el miércoles y tomó un café en la peatonal de la Docta junto al candidato a gobernador radical Oscar Aguad. Ambos negaron haber tocado el tema de alianzas electorales, pero la foto causó desagrado en los socios no radicales del Acuerdo. Por lo pronto en la UCR no se dan por aludidos y le facturan a Stolbizer su acompañamiento a Luis Juez en la provincia mediterránea, ya que el partido de Leandro Alem tiene en Aguad a su hombre para desbancar el peronismo de la gobernación cordobesa. “Tengo expectativas de que si Macri no es candidato a presidente, el PRO pueda acordar con el programa del radicalismo y podamos juntos ganar las elecciones”, declaró Aguad luego del mitin, y pocas horas antes de que el empresario pusiera “stand-by” su postulación a la primera magistratura.
En el alfonsinismo son optimistas y creen que con las renuncias de Cobos y Sanz “ahora los planetas se alinearon” y eso hará más simples las negociaciones con otros partidos.
“Puede que haya conversaciones de aquí en adelante y yo no las voy a ocultar. Si algún partido político no tiene candidato presidencial o los que tiene no los satisface y nos quiere acompañar sin condicionarnos a nivel nacional y no formar parte del frente, ¿por qué le vamos a decir que no? Sería una irresponsabilidad”, declaró Alfonsín.


ERNESTO SANZ BAJO SU POSTULACION Y DESPEJO EL CAMINO DE ALFONSIN COMO CANDIDATO DE LA UCR

Por Sebastian Abrevaya.   Pagina 12  El senador mendocino dijo que su decisión busca fortalecer las chances electorales del radicalismo e insistió en que ese partido debe hacer un “acuerdo amplio” con otras fuerzas de la oposición. Su deserción se suma a las de Das Neves, Cobos y Solanas.
El 11 de enero de 2011, Ernesto Sanz consideró que había suficiente agua para zambullirse a competir por la presidencia. Después de chapotear durante casi cinco meses, el senador reconoció ayer que la pileta de Ricardo Alfonsín está más llena que la suya y anunció que no competirá en las primarias del 14 de agosto. De esta manera, el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín se consagró como único candidato de la UCR y uno de los pocos opositores que todavía quedan en pie luego de la declinación del peronista disidente Mario Das Neves, del vicepresidente Julio Cobos y del diputado Fernando “Pino” Solanas. Mientras Mauricio Macri sigue dubitativo sobre su situación, Sanz consideró ayer que el radicalismo incorporó su idea de encabezar un “acuerdo amplio” que incluya al peronista disidente Francisco de Narváez y al PRO, entre otros. Alfonsín, en cambio, no descartó eventuales acuerdos a nivel local, pero no a nivel nacional. El Partido Socialista y el GEN de Margarita Stolbizer ratificaron su rechazo a esa idea y pusieron en jaque la continuidad del todavía no constituido Frente Progresista.

“Ir con dos candidatos radicales a las elecciones primarias podría dar una oportunidad a quienes están buscando la reelección. Por eso, y teniendo en cuenta que Alfonsín es el referente partidario con más posibilidades, he decidido dejar de ser un competidor y permitir que él represente al conjunto del radicalismo”, explicó Sanz, quien el 29 de marzo pasado ya se había bajado de la interna radical.

La decisión de Sanz –quien una vez inscriptas las alianzas reasumirá la conducción del Comité Nacional– se terminó de pactar en un encuentro reservado que tuvo con Alfonsín el miércoles por la noche y del que participó brevemente Gerardo Morales, jefe del bloque en la Cámara alta. En los últimos días, Sanz se había reunido con Macri y con Gustavo Ferrari, emisario de Francisco de Narváez. En el PRO vivieron con tristeza, pero sin sorpresa la pérdida de un aliado estratégico dentro del radicalismo y señalaron que hubieran preferido a Sanz como candidato. Macri definirá la semana que viene su situación (ver aparte).

En la reunión con Alfonsín, el senador mendocino le reiteró lo que venía reclamando públicamente: que busque la unidad de toda la oposición para enfrentar a Cristina Fernández. La misma idea fogoneaba el vicepresidente Julio Cobos, antes y después de resignar su candidatura. “Durante meses he luchado para que la UCR no se encerrara en una alianza chiquita, sino que liderara una coalición amplia y fuerte. Más allá de algunos matices, advierto en los últimos días que el camino del acuerdo amplio es el que se quiere transitar”, argumentó Sanz en su comunicado. Lo cierto es que el mendocino resignó sus aspiraciones porque su candidatura nunca despertó el entusiasmo imaginado dentro o fuera del partido.

Uno de los dirigentes más cercanos a Alfonsín le aseguró a Página/12 que durante el encuentro el bonaerense no modificó su posición respecto de la política de alianzas: “Vamos a consolidar el Frente Progresista”. “Una eventual alianza con Unión-PRO para ganar las elecciones sería una manera de defraudar la expectativa de la sociedad que se ha generado en nosotros. No es que nosotros no querramos aliarnos con otros partidos porque haya personas que nos generen alguna antipatía. No se pueden unir quienes piensan de manera diferente”, aclaró Alfonsín para cortar con los rumores que recorrían los pasillos radicales.

En verdad, Alfonsín decidió dar un giro hace unas semanas, cuando empezó a visualizar que podría convertirse en el único candidato de la oposición. En ese contexto, juntó a su grupo de dirigentes en una quinta en Pilar, donde se decidió explorar un posible acuerdo con De Narváez para habilitarle al peronista disidente una lista de adhesión a su candidatura. Las conversaciones globales se iniciaron en el Congreso nacional entre los diputados peronistas Gustavo Ferrari y Alfredo Atanasof con el radical Ricardo Gil Lavedra. Fuentes del peronismo revelaron que existieron contactos a nivel local entre Atanasof y Carlos Pérez Gresia, secretario general de la UCR provincial, pero los radicales lo desmintieron. “Es muy probable que se termine dando esa posibilidad. Vamos a considerarla seriamente y evaluarla con el GEN y el socialismo”, aseguró de todos modos a este diario el titular del radicalismo bonaerense, Miguel Bazze.

Apenas tomó fuerza esa idea, Stolbizer reunió a su partido y amenazó con pegar el portazo si el radicalismo avanza en el acuerdo con De Narváez, ya sea una lista colectora o buscando una lista de unidad para enfrentar al gobernador Daniel Scioli. A su estilo, el gobernador socialista Hermes Binner –eventual compañero de fórmula de Alfonsín– coincidió con Stolbizer y le puso otro freno al radicalismo. Al conocerse la decisión de Sanz ayer y las palabras del candidato radical, ambos partidos reiteraron su posición (ver página 4).

“Ya cerramos definitivamente el frente interno, el próximo paso es consolidar el Frente Progresista con el GEN y el socialismo y el último es ampliar la base de sustentación para ganarle a CFK”, remata entusiasmado uno de los estrategas del alfonsinismo. El principal objetivo a partir de ahora es estructurar formalmente esa alianza y generar una discusión entre los socios sobre cómo sumar los votos suficientes para llegar al poder. En el camino, el alfonsinismo tiene una serie de obstáculos que empiezan por la situación de Binner, cuyo futuro político está sujeto a la suerte de Antonio Bonfatti, su delfín en la interna de Santa Fe. Además, deberán esperar la resolución de Macri y también de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que en los últimos días desparramó críticas a Alfonsín y a Binner.

A partir de ahora, Sanz planea juntar a su tropa la próxima semana y conformar un espacio interno dentro del radicalismo. “No va a hacer lo mismo que hizo Cobos, que renunció y dejó a todos los suyos colgados”, afirmó un dirigente del entorno del mendocino. Por el momento, trabajará para la UCR “desde el llano” y después retomará la conducción del partido. Cerca de Sanz explican que lo hará después de la fecha de presentación de las alianzas para “facilitarle” la situación a Alfonsín, mientras que los alfonsinistas señalan ese dato como la muestra de que el bonaerense no claudicó en su estrategia de er

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