domingo, 31 de julio de 2011

ES MUY RARO ENCONTRAR OTRA SITUACION MEDIATICA TAN MONOPOLICA COMO EN LA ARGENTINA



EL MONOPOLIO MEDIATICO, LA LEY DE MEDIOS Y LOS PUNTOS DE CONTACTO ENTRE MURDOCH Y MAGNETTO SON ANALIZADOS POR DAMIAN LORETTI.,  EX DIRECTOR DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN DE LA UBA, VICEDECANO DE CIENCIAS SOCIALES Y HOMBRE VINCULADO AL MOVIMIENTO DE RADIOS COMUNITARIAS

LORETTI SEÑALA EN SUS DECLARACIONES A TIEMPO ARGENTINO, QUE EL ESCANDALO EN INGLATERRA ES PARTE DE UNA PRIMERA INVESTIGAC ION QUE EFECTUA EL DIARIO THE GUARDIAN CON SU PERIODISTA NICK DAVIES, QUE PUBLICA CIERTAS INCONDUCTAS DE PARTE DEL NEWS OF THE WORLD, UN DIARIO DE MAS DE 180 AÑOS QUE COMPRO MURDOCH HACE UN TIEMPO

EN EL MARCO DE ESTE PROCESO DESTACA QUE LA LEGISLACION INGLESA EN RELACION A LOS MEDIOS ES MUCHO MAS DURA QUE LA ARGENTINA., “EN INGLATERRA, LAS REGLAS DE DESCONCENTRACION IMPLICAN QUE SIN UN PROPIETARIO TUVIERA MAS DE UN MEDIO, NO PODRIA UNIFICAR LAS REDACCIONES”, AFIRMA

DESTACA QUE SON INCONTABLES LOS MEDIOS DE PROPIEDAD DE MURDOCH. DESDE AUSTRALIA HASTA EL WALL STREET JOURNAL EN ESTADOS UNIDOS, Y AHÍ APARECE OTRO ENTRAMADO, EL DE LA FOX EN EE UU COMPRADA POR MURDOCH EN 1980 Y EL PARTIDO REPUBLICANO

FRENTE A ALGUNOS ELEMENTOS QUE SEÑALAN PARALELOS ENTRE MURDOCH Y EL GRUPO CLARIN – MAGNETTO., LORETTI, EXPRESA QUE NO PUEDE CORROBORAR ESA AFIRMACION, PERO DE TODAS MANERAS LA SITUACION DE PREDOMINIO DE LOS MEDIOS DEL GRUPO, LO QUE FUE EL TENDIDO DEL CABLE Y LA EXPLOTACION DEL FUTBOL PARA EL CRECIMIENTO DE CABLEVISION, LA SITUACION DE PREDOMINIO DE LA INDUSTRIA DEL PAPEL POR PARTE DE PAPEL PRENSA, DAN LA SENSACION DE UN PODER EQUIPARABLE  


El monopolio mediatico en la Argentina

Fue director de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, y luego vicedecano de Ciencias Sociales. Abogado vinculado al movimiento de radios comunitarias, fue entrevistado por Roberto Caballero en el programa Mañana es hoy, que se emite de lunes a viernes, de 18 a 20, en Radio Nacional. Defendió la concepción de la Ley de Medios de la Democracia y analizó los puntos de contacto entre Murdoch y Magnetto.

Publicaste en Página/12 en relación al tema Murdoch. Escándalo en Inglaterra,  con paralelo en los EE UU, y relacionado con nuestra nueva Ley de Medios.

–Se trata de un problema solamente de Inglaterra, o solamente un problema de escuchas. Eso parte de una primera investigación que hace el diario The Guardian, con su periodista Nick Davies, que publica ciertas inconductas de parte del News of the World, un diario de más de 180 años, que compró el grupo Murdoch hace un tiempo. E incluso se hace un planteo en un ámbito llamado Comisión de Quejas contra la Prensa (PCC), que es un mecanismo de autorregulación del periodismo inglés, donde tiempo más tarde, en septiembre de 2009, sacan una primera resolución señalando que no había ninguna cuestión que impugnarle a News of The World por la publicación de escuchas, porque dicen que no está probado esto. Hay una rara paradoja: si uno hoy se mete en la página web del PCC, encuentra un cartel en esa resolución de 2009 donde se dice que esto ha sido revocado por una decisión del 6 de julio de 2011, ya con pleno escándalo lanzado y con una declaración del PCC haciéndose cargo no del error sino de la circunstancia que existió, y llamando a que esto no pase más, etc.

–Le dieron la razón al periodista que había denunciado eso…

–Exactamente. Eso se puede hacer cuando tenés más de un medio y suficiente sustentabilidad para que haya pluralismo: ningún periodista se animaría a hacer eso si existiera un medio, o tal vez dos, porque no tendría adónde ir a trabajar. Marcaba eso en situación de la concentración de los medios, sobre todo en el interior en la Argentina, y particularmente en la televisión. La segunda cuestión es que este escándalo se visibiliza cuando el grupo Murdoch quiere comprar el resto de lo que le falta para llegar al 100% de una empresa de televisión digital llamada BSkyB, la más desarrollada de la televisión inglesa. Y requiere que sea aprobada esa compra, de acuerdo a la ley inglesa, por parte de una oficina regulatoria que hace un test de idoneidad, y si es  apropiado y adecuado quien intenta comprar una licencia respecto a su historia en los medios, y cómo maneja sus medios. En Inglaterra, las reglas de desconcentración implican que si un propietario, por ejemplo, tuviera más de un medio, no puede nunca unificar las redacciones.

–Más dura que la legislación argentina.

–Las reglas en materia de contenidos, en muchísimos lugares, son más duras que en la Argentina. Los mecanismos de autorregulación, o de la propia prensa inglesa, se basaron en que a fines de los ’40, en la postguerra, el Parlamento inglés sacó un Documento llamado el Libro Blanco de la Prensa Inglesa, con una serie de cuestiones que estaban ocurriendo, y les dijo a las empresas periodísticas, a los editores: “o se autorregulan o los regulamos nosotros”. De ahí salió el Reglamento de la Comisión de Prensa, primero, y el PCC actual.

–Pero el caso no se termina ahí...

–Cuando explota el tema policial marca una situación de complicidades entre News of The World y la propia Policía Metropolitana (por el que termina renunciando el jefe de la Policía), ya que había un montón de libras puestas en estas operaciones encubiertas de la Policía para vender las grabaciones. Esto no era secreto, porque habían existido pagos de indemnizaciones judiciales y extra judiciales por publicaciones de esas escuchas. El punto más complejo es cuando se divulgan las grabaciones periodísticas ligadas al caso de la violación de una menor. Esto pone en jaque a todo el sistema, al régimen de complicidades, y toma intervención el Parlamento.

–¿Y cuál es el vínculo con el gobierno británico?

La Cámara de los Comunes cita al primer ministro David Cameron –conservador–, y una de las cosas que le plantea es que su director de comunicaciones –acá una suerte de vocero– es el ex editor de News of The World, lo que muestra una mezcla entre la Fox y el gobierno conservador muy cuestionable. La devolución de atenciones que hace el primer ministro Cameron en su interpelación en la Cámara de Comunes es que la misma relación la tenía antes Rupert Murdoch –dueño del grupo de medios News Corporation– con el gobierno laborista, lo que implicó una serie de cambios reglamentarios durante su gestión, el inicio de flexibilizaciones a los mecanismos de control de concentración, y el propio Murdoch había dicho un día antes, en la Comisión de Cultura de la Cámara de los Comunes, que él se llevaba mejor con James Gordon Brown (primer ministro anterior). Cuando este entramado sale a la luz, los diputados le dicen a Murdoch que retire su oferta de comprar el 100% de BSkyB. Esto, limitado a un caso inglés, no sería nada, pero el propio Murdoch dijo hace mucho tiempo que él manejaba un imperio. ¿Hasta dónde llega ese imperio? Es innumerable la cantidad de medios que tiene, desde Australia hasta The Wall Street Journal en los EE UU. Y ahí aparece otra pata en todo este problema: el entramado entre la FOX de los EE UU –comprada por Murdoch en la década de 1980– y el Partido Republicano, sobre todo su ala más dura, más de derecha. Al punto que hay autores independientes, algunos, y demócratas, otros; y páginas web que tratan las cuestiones vinculadas a los medios, que han marcado frases como la de un ex redactor de discursos de Bush que dice: “nosotros pensábamos que la FOX trabajada para nosotros, y resulta que trabajamos para la FOX.” 

–Queda en evidencia el poder mediático. ¿Hay algún paralelo entre Murdoch y Magnetto?

–No tengo elementos para hacer ese tipo de afirmaciones, porque no conozco al dedillo ninguna de las dos trayectorias. Sí creo que la situación de predominio de los medios del Grupo, en función del tendido de cable de lo que fue lo del fútbol para la explotación de modo vinculado con el crecimiento de Multicanal, la actual discusión sobre la fusión y la situación de predominio de la industria del papel por parte de Papel Prensa, da la sensación de un manejo del poder equiparable.

–Clarín publicó sin firma una nota de una página donde reflejaba mails secretos, personales, privados, de funcionarios, periodistas y actores políticos importantes. No para denunciar el delito sino haciéndose eco de lo que decían los mails. ¿Hay riesgo de traspasar una línea como sucedió en Inglaterra?

–Seré puntilloso en esto. No es exactamente lo mismo, ni por asomo, discutir principios éticos que discutir reglas legales. Y como entre otras, la piedra en mi mochila es haber sido y seguir siendo abogado del Gremio de Prensa, he tenido algunas defensas y planteos vinculados a esto. Lo que está claro en la mayoría de la jurisprudencia es que la difusión de correos y de grabaciones no puede ser considerada una violación legal. ¿Por qué? Porque no es el periodista –se supone, y si lo hiciera dejaría de trabajar como tal– el que hace el hackeo, la interferencia o la captación telefónica. Lo mismo con la publicación de fotos. Hay cuestiones que tienen que ver no con situaciones delictivas de apropiarse de la foto, sino con la divulgación de imágenes. Ahí puede haber un problema de derecho de imagen, pero no de naturaleza penal de cómo las obtienen en la medida en que no sea el periodista el que hace la captación. Ahí está la ilegalidad en el caso Murdoch: entre la policía y el News of The World, en función de ser ellos los que hacían las pinchaduras o encargarlas

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