sábado, 19 de marzo de 2011

A dos años de su sanción por el Congreso de la Nación, el monstruo de mas de 240 cabezas sigue utilizando todo su poder de fuego contra el gobierno, incluso apoyado en la mayoría de los sectores políticos de la oposición

LEY DE MEDIOS.  SE CUMPLEN DOS AÑOS DE LA HISTORICA PRESENTACION DEL ANTEPROYECTO QUE SE CONVIRTIO EN NORMA REVOLUCIONARIA DESTINADA A GARANTIZAR TODOS LOS ARGENTINOS PODER  PENSAR, INFORMARSE Y PARTICIPAR CON ABSOLUTA LIBERTAD DE LOS GRANDES MONOPOLIOS  MEDIATICOS. 

Fracasó en su intento destituyente durante la guerra contra las patronales rurales. Fracasó con los políticos de la oposición que no pudieron evitar la sanción de la ley y menos unirse en el Congreso. No pudo evitar que la Corte Suprema declare su absoluta vigencia. Solo le queda un articulo- el que le otorga en plazo de un año para desprenderse de las diferencias licencias y medios que fueron acumulando - por el cual están dispuestos a realizar todas las operaciones políticas y de prensa habidas y por haber basadas en la desinformación y la mentira. particularmente en este proceso electoral. A nadie ya le puede quedar duda alguna sobre la utilización de todo tipo de armas y recursos, entre ellos la construcción de una nueva Unidad Democrática para derrotar al gobierno popular en las elecciones de octubre


Lo cierto es que hoy por hoy, la firmeza de Cristina y sectores de la comunicación y la cultura que trabajaron en el proyecto y en su aprobación, concluyo marcando el fin del viejo decreto ley de radiodifusión de la dictadura  

Seguramente continuaran colocando piedras cada vez mayores  en el camino.” La presidenta Cristina Fernández anticipó el escenario que se abrió hace exactamente dos años cuando presentó en el Teatro Argentino de La Plata el anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que, luego del debate en foros de todo el país y la discusión en el Congreso, remplazó al viejo decreto-ley de Radiodifusión firmado por los represores Jorge Rafael Videla, Albano Harguindeguy y José Alfredo Martínez de Hoz.

Hoy, la Ley de Medios –como proyecto– cumple dos años. Ese 18 de marzo de 2009, la mandataria anunciaba el fin de “una vieja deuda de la democracia”. La implementación de la nueva norma avanza a pesar de los obstáculos judiciales, y en los pasillos de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) auguran que podrán verse grandes cambios en el espectro radioeléctrico cuando a mediados de año se abran los concursos para otorgar licencias a nuevos medios en todo el país.
Los multimedios se pusieron a trabajar para evitar que la ley sancionada el 10 de octubre de 2009 por el Senado fuera aplicada en su totalidad. Las presentaciones ante la justicia no tardaron en inundar los juzgados: diputados que aseguraban que sus derechos como legisladores habían sido vulnerados, y pequeñas productoras que buscaban defender ante los jueces los derechos de los grandes multimedios jugaron a defender la tan mentada libertad de expresión contra una ley que obliga a los monopolios mediáticos a resignar una parte de su monumental negocio para asegurar una redistribución más democrática de un bien escaso como las frecuencias.

Mientras la pelea en la justicia continuaba, el Poder Ejecutivo puso en vigencia distintas disposiciones de la Ley de Medios, como los registros de agencias de publicidad y productoras, el régimen de sanciones ante los incumplimientos de la norma, las cuotas de producción propia y los límites sobre la publicidad.

CUATRO FUERON LAS MEDIDAS QUE PROVOCARON EL DESCONTROL MONOPOLICO.

Una de ellas fue el reordenamiento de la grilla de señales de cable, otra la  ampliación del Fútbol para Todos, la tercera fue la obligación de los cableoperadores a declarar la cantidad de abonados y finalmente el censo de la totalidad de las radios y canales de televisión del país.

 Estas decisiones apuntan directamente al control de la información: pero no de las noticias, sino del manejo del mercado. Es que parte del poder de las empresas se basa en que el Estado no contaba con los datos precisos sobre quiénes, cómo y cuántos son los dueños de los medios en la Argentina.

El 31 de agosto del año pasado, la presidenta Cristina Fernández firmó el decreto reglamentario por lo que la ley entraba en plena vigencia. No fue un capricho de las autoridades de la AFSCA afirmar que, desde ese día, los medios debían cumplir con las nuevas reglas de juego. El propio presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, ratificó durante su discurso de apertura del año judicial 2011 que “no existe ninguna suspensión” a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.<

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