miércoles, 18 de mayo de 2011

El furor por las logias a partir de dos telenovelas exitosas

DESDE LA APARICION DE LAS DOS NOVELAS CON MAYOR AUDIENCIA EN LA TV, “EL ELEGIDO” Y HEREDEROS DE UNA VENGANZA”,  SE DESATO UN FUROR POR CONOCER LOS ENTRELONES Y LOS MISTERIO DE LA MASONERIA.

ASI,  A  TRAVES DEL BOOM DE LAS LOGIAS CRECIERON INCREIBLEMENTE
LAS CONSULTAS POR LA WEB PARA CONOCER MITOS Y VERDADES  DE LAS ORDENES MASONICAS

CAPAS NEGRAS QUE CUBREN A PERSONAJES CARGADOS DE MALICIA Y RITOS DE INICIACION QUE INTENTAN DEVELAR MISTERIOS MILENARIOS SE EXHIBEN EN “EL ELEGIDO”, LA NOVELA DE TELEFE, QUE SI BIEN LO TIENE A ECHARRI COMO EL GRAN PROTAGONISTA, LITO CRUZ ES EL QUE SE LLEVA LAS PALMAS INTERPRETANDO A UN CORRUPTO OSCAR NEVARES SOSA

POR LA PANTALLA DEL TRECE COMPITE “HEREDEDORES DE UNA VENGANZA, EN DONDE SE ENTREMEZCLAN AMORIOS ENTRE GALANES Y HERMOSAS NIÑAS EN UNA LOGIA DE MILENIOS MISTERIOSAMENTE ESCONDIDA EN UNA BODEGA DEL PUEBLO DE VIDISTERRA


Informe de Revista Veintitres por Florencia Canale.    Capas negras que cubren cabezas atestadas de malicia. Ritos de iniciación que intentan develar misterios milenarios. Así muestra El Elegido, noche tras noche, el mundo de la masonería. Un corrupto, Oscar Nevares Sosa –interpretado magistralmente por Lito Cruz–, acecha, tienta y promete una vida superior desde un desprendimiento de la Orden de Lof, logia ancestral que lo tuviera como integrante. Pero éste no es el único culebrón que eligió el universo masón como motivo dentro de la trama.


Herederos de una venganza compite desde el 13 con amoríos entre galanes y señoritas guapas, sostenidos por las actuaciones excelsas de Leonor Benedetto, Rodolfo Ranni y Antonio Grimau, participantes ellos también de una logia de milenios, agazapada en la cava de la bodega del pueblo de Vidisterra. ¿Cuál habrá sido la inquietud de sus autores a la hora de elegir las sociedades secretas como ingrediente fundamental para sus ficciones? ¿Los libretos serán sólo una respuesta a un interés en crecimiento, o a partir de sus intromisiones en la vida real de los consumidores de tevé devino en nueva atracción? Adriana Lorenzón es la autora –con idea de Pablo Echarri– de la telenovela de Telefé y quien decidiera que la temática masónica motorizara la historia. “Esto surgió como una idea inicial. Nosotros queríamos que el tema central fuera el poder y la ambición del poder. Partíamos de la base de que siempre detrás de ese poder hay uno mucho mayor. Y así llegamos a las logias masónicas con tradición ancestral, que reúnen a las personalidades más importantes del país, y que hasta llegan a formar líderes. Me conecté con masones reales para asesorarme, y por supuesto, están llenos de diferencias con las logias de otras épocas”, explicó. Sin embargo, el trazo grueso y las bases sobre las que se construyen las hermandades de origen masón siguen siendo los mismos.

Los orígenes de la masonería en este territorio –no se podía hablar ni de país ni de nación aún– datan de fines del siglo XVIII, con la Logia Independencia. Pero quienes desarrollaran el dispositivo en el Río de la Plata, transformando la realidad histórica en un devenir político que transformaría la vida de sus habitantes, fue la tríada conformada por los herederos de la Logia de Cádiz, José de San Martín, Carlos María de Alvear y José Matías Zapiola. Al poco tiempo coincidirían en preceptos y protocolos con la Sociedad Patriótica de Bernardo Monteagudo. Pero los lineamientos fueron los mismos: independizar a América del yugo español.

Sin embargo los masones tienen un origen mucho más antiguo. La palabra proviene del inglés mason y del francés maçon, y significa albañil. Durante la Edad Media el gremio de los albañiles cobró poder y guardaron los secretos de su arte bajo siete llaves. Nadie que no fuera iniciado en alguna de las logias podía conocerlos. Y así comenzaron las reuniones secretas con lenguaje encriptado para que los de afuera no lograran descifrarlos. Los conceptos como la fraternidad, tolerancia, rectitud y universalidad eran sus estandartes. Cada uno era simbolizado por una herramienta de albañilería.

A medida que los siglos transcurrieron, las hermandades se fueron instalando con mayor pregnancia en el mundo, describiéndose ellos mismos como adoradores de la Razón y elevándola a herramienta fundamental para lograr la Verdad y la felicidad. Se dicen laicos y no pertenecer a ningún partido político. Pero todos se alinean detrás de la educación, la política y la justicia. Sin embargo, la masonería, desde tiempos inmemoriales, despierta curiosidad, cuando no intriga. Tampoco han ayudado mucho sus miembros, que privilegian el lema “no somos una sociedad secreta sino discreta”.

Sin embargo, a pesar del halo de misterio que las envuelve, en los últimos años, la membresía de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones –la más importante del país– creció un 37 por ciento. Y desde la incorporación de estas temáticas en las historias televisivas, más (ver entrevista). Aunque en algunos casos, sus representaciones sean exageradas en función de la ficción. “Yo inventé una logia propia pero los símbolos son reales. Los rituales de iniciación son bastante parecidos a los auténticos. Pero desde ya, David Nevares Sosa, e incluso Oscar, no podrían estar en una logia”, agregó Lorenzón. Cuando se lanza una afirmación, siempre hay una reacción. Y esta vez fue una integrante femenina quien diera la estocada. Las mujeres no eran aceptadas entre los miembros de las cofradías, a pesar de embanderarse detrás de los lemas revolucionarios Libertad, Igualdad, Fraternidad. Como los masones no las consideraron sus iguales, ellas debieron juntar fuerzas en órdenes propias. Así se creó la logia Tres Rosas en 1997, calentando motores para otras más alrededor del país. Beatriz Gómez porta el título máximo masónico de Gran Maestre del Gran Oriente Femenino de la República Argentina. La dama rechaza de plano la intervención de las prácticas masónicas dentro de los canales de aire. “Las escenas de las iniciaciones no son correctas, parecen descabelladas, exageradas, y dan la impresión de cierto aire satánico.

Los iniciados deben pasar por una serie de entrevistas. Luego, debe haber acuerdo entre los miembros para el ingreso a la logia. La imagen que dan, por ejemplo, el personaje de Lito Cruz y el de su hijo no encajan para nada en las buenas costumbres, valores y moral de los masones. Creo que la novela no tiene en claro qué es lo que pretende mostrar. Llama la atención la imagen que da la ficción ya que la masonería no es una institución dogmática.” Contundente y afilada. Adriana Lorenzón acuerda con la masona en que los “malos malísimos” de El Elegido no podrían conformar una Orden. Pero “hubo muchos traidores dentro de las logias. Licio Gelli fue el gran traidor de la P2, y Lito (Cruz) como Oscar, sería perfectamente uno de ellos”, anunció.

El Gran Maestre Ángel Jorge Clavero declaró en 2008 a Veintitrés que hacía 23 años que era –y continúa en su cargo en la actualidad– masón por los ideales que defiende: la tolerancia y el laicismo. Durante la dictadura las puertas del templo fueron cerradas y volvieron a abrirlas con el regreso de la democracia.

Envueltos con el delantal o mandil que representa a aquel utilizado por los albañiles medievales, y las medallas y cruces templarias que penden de sus cuellos largos, los masones hoy parecen esculturas de otros tiempos. Prolijos de traje oscuro, son caballeros inquietantes. Cultos de toda cultura y librepensadores. Tan libres de pensamiento, que el 14 de julio el Gran Maestre Clavero presidirá el ritual del matrimonio de Alejandro González y Alberto Báez en la sede de la Masonería Argentina. Con ese gesto intentan constituir una toma de posición respecto del matrimonio igualitario, y colocar a su institución a la vanguardia de la lucha contra la discriminación y por la igualdad de derechos.

La intención de las logias es salir de las tinieblas de la ignorancia. Precepto algo demodé para los tiempos que corren, donde la obligatoriedad de la educación es una condición más que reconocida por todos los habitantes del país. Y ni que hablar del mundo occidental. Las reuniones secretas de otros tiempos, en que el romanticismo de las gestas era un acto venerado al ciento por ciento, deslumbraban a cualquier hijo de vecino. La cotidianeidad de la inmediatez de la modernidad líquida propicia, al menos, una mirada de reojo ante esas prácticas.

Repletos de buenas intenciones. Eso afirman los gentiles masones. La leyenda de lo que fueron queda lejos en el tiempo. El arrasamiento de la velocidad parece atentar contra ellos, pero los hermanos de las órdenes no amedrentan y siguen el camino de la luz. Aunque no les guste la representación

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