SEÑALES
A medida que se van produciendo definiciones de Hermes Binner, ya como candidato presidencial, se va transparentando el camino recorrido por el socialista para zafar, en primer termino de integrar una formula con Alfonsín donde la estructura de la UCR lo dejaba en un segundo plano y lo aplastaba, y en segundo lugar logro que Pino Solanas tuviera que bajarse de su candidatura para de esa manera quedar como única alternativa presidencial, llevando al socialismo a manejar políticamente esa eventualidad opositora.
Si alguien dudaba de la capacidad política de Hermes Binner, después de su paso por el Palacio de Los Leones en Rosario y ahora de la Casa Gris
La estructura socialista estaba en sus manos como presidente del partido. Pero el gobernador era Hermes Binner, y la estructura oficial y la caja era de el.
Paso de ser candidato a vicepresidente o segundo, de dos peso pesados – por lo menos dentro de los presidenciables – a ser el candidato alternativo de la oposición, aunque Alfonsin no lo crea, al mismo tiempo que ya está entretejiendo la posibilidad de un acuerdo con la UCR para un hipotético ballotage...
Y como para no dejar nada atrás, conviene también repasar la construcción del Frente Progresista en Santa Fe aprovechando en su oportunidad, la decadencia y la división del radicalismo. Para eso primero lo derroto contundentemente al “Changui” Caceres, un hombre que venia del palo político de Raúl Alfonsín, y no era precisamente un iniciado.
Para lograr ese objetivo pacto con el radicalismo universitario que se fue delineando en los rectorados de Hugo Storero y Mario Barleta, más el presupuesto universitario y LT 10, pero al mismo tiempo jugó con las debilidades de un partido que aun le pesaba electoralmente el trauma del 2001, y en el reparto, apenas si le dejo la Municipalidad de Santa Fe para conformarlos y a Griselda Tessio en el Senado.
El resto del Frente Progresista fue un saldo y retazos de un ARI que dejo de existir, un PDP, que llego al máximo de quedarse sin un escaño en el Concejo Municipal de Santa Fe como nunca ocurrió en su trayectoria política y un legislador de Encuentro que se fue al primer encontronazo luego del lockaut patronal y la batalla por la Ley de Medios.
Ya en la Casa Gris
Lo lograron, pero cuando intentaron modificar el estado de situación o el poder en la coalición oficialista, solamente recibieron promesas, que quedaron solamente en eso, como la de dar al Frente Progresista la institucionalidad y reglas de juego claras, entre ellas, la alternancia en el poder de la Casa Gris.
A menos de un año del proceso electoral cuando los radicales, convenciones y asambleas mediante, ya hablaban del futuro candidato a gobernador, e incluso de Mario Barleta, el gobernador ya tenía decidido la continuidad de su proyecto de poder y poco a poco fue lanzando la versión sobre la candidatura de Antonio Bonfatti, hasta finalmente convertirlo en su delfín.
El argumento de Binner fue pueril. Tan increíble que ni siquiera los socialistas se lo creyeron, y menos por supuesto, Rubén Giustiniani, quien indignado, tal vez más que Barletta, decidió jugarse la patriada interna.
Se la ganó Hermes Binner, llevándolo de la mano al ministro de Gobierno y desplegando sobre su candidatura no solo su apoyo hasta en una licitación de bancos de plaza, sino en el torrente publicitario para marquetizar una gestión de gobierno que tiene pocas luces y muchas sombras.
A partir de allí, y con el frente de la coalición maltrecho y un radicalismo con muchos heridos0.- por ser demasiado benigno- para definir su estado de ánimo, el socialista se ocupo de sus negocios nacionales. Utilizo como excusa a Francisco De Narvaez , con el cual ahora dice que puede reunirse, y se saco de encima el segundo termino de la formula presidencial que encabezaba Ricardo Alfonsin Jr.
La decisión de Binner como siempre la conocieron muy pocos, su grupo selecto de muchos años con vacaciones compartidas en Villa Gesell, estuvo basada en la lógica política, Con una estructura radical nacional bastante recuperada y superior largamente al andamiaje socialista, el segundo termino no le convenía. Debería confrontar con todo el entramado de ese partido y su figura pasaría a un segundo plano, como así también su partido.
Ya no seria el que decidiera las políticas frentistas como lo hizo y lo hace en la coalición provincial. Enfrente tendría a un complejo entramado de más de cien años, como lo es el radical, y allí podría estacionarse en una meseta su proyecto político.
Por eso es que la presencia del empresario mediático le vino de perillas, y mucho mas aun la de Rodríguez Fraga, para darle el NO al radicalismo y a su candidato presidencial, y dedicarse a enhebrar el Plan 2, en este junto a un grupo de dirigentes, sin la estructura política del radicalismo o el socialismo, y que bajo la denominación de centro izquierda lo venían tentando al gobernador de Santa Fe.
Para ello Hermes los fue manteniendo en stand by, hasta que concluyeran las internas, y de paso logro que se bajara de su candidatura presidencial, Pino Solanas, con lo cual ya no tendría competidores para un proyecto, que si no alcanza para octubre lo lanzara al Socialismo al plano nacional y para pensar en el 2015 con otra perspectiva... Además en este frente es su conductor, El resto sabe que sin el no existe.
Hoy sus propios competidores. Uno que es. El otro que dejo de serlo. Lo han ubicado a través de la corporación mediática a Hermes Binner, y su rostro bonachón, en los primeros planos de la política nacional.
Hasta donde llega o piensa llegar el socialista, lo sabe el. Sin embargo no solo parece que se va a quedar a defender únicamente la provincia, sino que además esta comenzando a disparar algunos zarpazos tocando temas sensibles, sobre todo en la clase media como la inflación, la vivienda, la inseguridad, al mismo tiempo que avanzo sobre los sectores sojeros de la Pampa Húmeda con la promesa de reducir las retenciones y mover el tipo de cambio.
En declaraciones recientes ya comenzó a disparar versiones sobre posibles acuerdos con el radicalismo, por un lado para analizar perspectivas de ballotage, y al mismo tiempo endulzar los oídos a esta altura irascibles de los radicales de todos los colores y evitar su fuga en la provincia.
De todas maneras a la hora de ponerle el broche final a la operación, en la presentación de alianzas presidenciales, a Pino Solanas se le ilumino el cerebro político a partir de la inscripción de frentes, pero esencialmente de la candidatura impuesta por Juez y aceptada por Binner, de Norma Morandini, y pateo el tablero aliancista.
No lo dejo bien parado a Binner porque incorporo a ese sector que pomposamente se hace llamar Progresista al grupo de opositores que viven peleándose y rompiendo los acuerdos ante el hartazgo del ciudadano común de observar esa crispación permanente de los que pretenden gobernar y que por ahora solamente se encargan de utilizar la inédita libertad que se vive tratar de utilizar cualquier operación de la corporación mediática destinada a despedazar al gobierno, y en especial a la presidenta, que para colmo los ignora y sigue gestionando. como no lo hizo nunca nadie en las ultimas décadas.
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