domingo, 17 de julio de 2011

EL VERSO QUE ESCONDE EL RECLAMO DEL 82 % PARA LOS PASIVOS Y UN GASTO EXTRA DE 30 MIL MILLONES AL AÑO SON IMPOSIBLES DE FINANCIAR.



EN TAN SOLO DOS AÑOS Y MEDIO DE ADMINISTRACION ESTATAL, LOS FONDOS DE ADMINISTRACION LLEGARON A 191 MIL MILLONES DE DOLARES, DUPLICANDOSE DESDE LA ESTATIZACION DE LAS AFJP

UN GASTO EXTRA ANUAL DE 30.000 MILLONES SERIA IMPOSIBLE DE FINANCIAR POR EL ANSES YA QUE EL CAPITAL AHORRADO EN EL FONDO DE GARANTIA DE SUSTENTABILIDAD TIENE POR OBJETIVO SOLVENTAR LAS JUBILACIONES FUTURAS Y GARANTIZAR EL PAGO DE HABERES EN CASO DE UNA RECESION ECONOMICA QUE REDUZCA LOS INGRESOS MENSUALES

VALE LA PENA ACLARARLO PORQUE NO LO VA A HACER LA CORPORACION MEDIATICA YA QUE CADA VEZ QUE SE INCREMENTA EL FONDO DE GARANTIA DE SUSTENTABILIDAD DEL ANSES COMO OCURRIO AHORA,  SE PIDE QUE ESOS FONDOS SE DESTINEN A UN AUMENTO DE LAS JUBILACIONES.  ADEMAS, PORQUE A ESTO TAMPOCO NADIE LO DA A CONOCER, SE DEBE RECORDAR QUE  LA NORMA MARCO QUE DIO LUGAR A LA REESTATIZACION DE LOS FONDOS DE LAS AFJP, LO PROHIBE TAXATIVAMENTE.


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EL CRECIMIENTO DEL FONDO DE GARANTIA DEL ANSES

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Informe de Roberto Navarro para Tiempo Argen tino.    En tan sólo dos años y medio de administración alcanzó los U$S 191 mil millones, desde  que las AFJP se estatizaron, el Fondo de Garantía de la ANSES se duplicó

La nueva gestión redujo los costos administrativos, aumentó la eficiencia e invirtió mejor. Además diversificó su cartera y disminuyó el nivel de riesgo. Se transformó en uno de los motores del desarrollo del país.
  El Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES ya duplicó el capital recibido de las AFJP: cerró el 30 de junio en $ 191 mil millones. Así, alcanzó un crecimiento desde la estatización del régimen previsional del 96%.
Tiempo Argentino tuvo acceso exclusivo al informe semestral de la ANSES, que revela que, a diferencia de cuando el fondo era administrado por las AFJP, el dinero de los trabajadores, administrado con solvencia, genera utilidades que aseguran la sustentabilidad del sistema.
Una de las claves del alto rendimiento del fondo fue la inversión en obras de infraestructura y los préstamos a empresas privadas, que, a la vez que resultan en una importante tasa de interés, generan crecimiento económico y empleo. Puestos de trabajo que suman mayores aportes al sistema. Otro dato que surge del informe es que la ANSES gasta $ 54 millones anuales en administrar el fondo, contra $ 3200 millones que cobraban las AFJP en concepto de comisiones. El aumento para jubilados y pensionados de septiembre rondará el 15%. Así, los haberes previsionales subirán más de un 33% en el año. “Cuando el Estado se hizo cargo del ahorro previsional de los trabajadores, el fondo de garantía, administrado por las AFJP, venía perdiendo dinero por dos razones: malas inversiones y altísimas comisiones. El crecimiento de casi un 100% en dos años y medio demuestra que el Estado puede ser eficiente, incluso más que los privados”, señaló Diego Bossio, titular de la ANSES. Y agregó: “Sumado al crecimiento económico, que genera mayores aportes, las inversiones en proyectos productivos y de infraestructura generaron puestos de trabajo y así mayores ingresos. Sin este crecimiento no se hubiese podido solventar la inclusión de 2 millones y medio más de jubilados y la Asignación Universal por Hijo. Esto demuestra el acierto de Amado Boudou cuando recomendó a la presidenta reestatizar el sistema.”
Diarios como Clarín y La Nación publican periódicamente que “el gobierno usa el dinero de los jubilados para financiarse”. El informe oficial contradice a estos medios. En 2008 las AFJP tenían invertido el 65% de los fondos en títulos públicos del Estado Nacional. En la actualidad sólo el 56% del fondo está invertido en esos papeles. En los dos años y medio de administración estatal, la ANSES sólo renovó deuda tomada con anterioridad. Pero no otorgó un solo peso más de préstamos al Estado. En este sentido, se diferencia de países como los Estados Unidos y España, cuyos entes previsionales invierten el 100% de sus fondos en títulos públicos de sus estados.
Una inversión emblemática para comprender el nuevo perfil de inversiones del Fondo de Garantía de sustentabilidad es el crédito otorgado para la construcción de la central nuclear Atucha II. La ANSES está recibiendo un interés anual del 5,5% en dólares; el préstamo a 120 meses será pagado por los ingresos que genere la central, pero a la vez está garantizado por el Tesoro. La obra generó 6000 nuevos puestos, que resultan en ingresos por más de $ 150 millones anuales para la ANSES. También la Autopista Rosario-Córdoba fue financiada por el ANSES con similares resultados. Esos nuevos ingresos son una de las razones por las que los haberes previsionales vienen subiendo por arriba de la inflación e, incluso, más que los salarios. 
Los $ 191 mil millones del fondo de garantía están invertidos de la siguiente manera: el 55,9% en títulos públicos nacionales, 11% en acciones; 10,8% en plazos fijos; 4,7% disponible en efectivo; 1,8% en fondos comunes de inversión; 1,7% en fideicomisos financieros y un 12,1% en proyectos productivos. El capital invertido en estos proyectos es de $ 23 mil millones: 12 veces superior al que invertían las AFJP, que veían el fondo como una forma de generar negocios financieros para los bancos propietarios de las administradoras.
Además de convertirse en una garantía de sustentabilidad a largo plazo del sistema previsional, el fondo es uno de los soportes del modelo económico. El fuerte crecimiento del PBI requiere cada vez más inversión en infraestructura. La ANSES, en sintonía con el Ministerio de Planificación, cubre parte de esa demanda. El 7,5% del fondo está invertido en obras para generar energía, un factor indispensable para el desarrollo del país; el 3,5% se invirtió en obras públicas, como autopistas y rutas; el 0,9% apoyó la política de viviendas y el 0,2% se invirtió en proyectos de producción de autopartes, para proveer a la pujante industria automotriz.
El requerimiento de la ANSES a las empresas en las que tiene participación accionaria de sumar los directores que le corresponden según la tenencia, no tuvo que ver, como se dijo desde varios medios, con la intención del Estado de tener poder sobre las compañías. El objetivo principal es muy claro: conseguir una política transparente de distribución de dividendos. El mercado de capitales nacionales, concentrado en pocas empresas es, como mínimo, poco transparente. Durante décadas, las grandes compañías consiguieron enormes ganancias que no distribuyeron entre sus accionistas. En 2008, las primeras 15 compañías que cotizan en Bolsa distribuyeron sólo $ 166 millones. La ANSES consiguió que en seis meses de 2011 que distribuyeran $ 1237 millones.
Las inversiones del fondo de garantía buscan la mayor rentabilidad posible, pero también seguridad de cobro. Los $ 110 mil millones en títulos públicos que mantiene en cartera son un ejemplo. Argentina tiene una deuda pública que representa el 48% de su PBI y la mantenida con inversores privados extranjeros es de apenas el 18% del producto. Desde la salida del default en 2005, Argentina viene cancelando sus vencimientos sin necesitar salir a los mercados: paga con superávit fiscal y una pequeña parte de las reservas del Banco Central. Es decir, se trata de una inversión segura y rentable. Otro factor de transparencia y seguridad que ha mejorado notablemente es el régimen utilizado para elegir los bancos en los que realizar plazos fijos. La prioridad la tiene el Banco Nación, porque luego presta esos fondos a proyectos productivos de pymes que generan mayor empleo y así mayores ingresos previsionales. La segunda prioridad es la tasa de interés. Las AFJP tenían acuerdos entre ellas para realizar plazos fijos a baja tasa de interés, beneficiando a los bancos en perjuicio de los jubilados. La ANSES paga por mes 6 millones de haberes previsionales. Además, 3,6 millones de asignaciones por hijo y, con pensiones graciables, llega a 11 millones de ciudadanos. Sus transferencias ya aportan un 11% al PBI.
El ente previsional se transformó en un piso de bienestar social en el país. Si a esto se suma el aporte al aparato productivo, se entiende por qué la presidenta eligió como compañero de fórmula a Amado Boudou, el funcionario que propuso la estatización del régimen previsional.

Un gasto extra anual de $ 30 mil millones sería imposible de financiar  El verso que esconde el discurso del 82% móvil

Cada vez que la ANSES da a conocer el monto ahorrado en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad surgen voces que proponen que esos fondos sean utilizados para el aumento de las jubilaciones. Esta acción está prohibida taxativamente por la ley que dio marco a la reestatización del régimen previsional.
El capital ahorrado en el fondo de garantía tiene como propósito solventar las jubilaciones futuras y garantizar el pago de haberes en caso de una recesión económica que disminuya los ingresos mensuales.
Subir las jubilaciones al 82% de los salarios significaría un gasto adicional de $ 30 mil millones al año.
El fondo no tiene nuevos ingresos; sólo crece a partir de lo generado por las inversiones de ese capital. Es decir que si se le restaran $ 30 mil millones anuales se acabaría en aproximadamente siete años. Luego habría que volver a reducir los haberes. Las jubilaciones y pensiones se pagan con el flujo mensual de ingresos que provienen de los aportes de los trabajadores y las empresas y de una parte del IVA y el impuesto a las ganancias.
A partir del fuerte crecimiento económico, la creación de 5 millones de nuevos puestos de trabajo y la caída del trabajo en negro, los haberes vienen subiendo más que la inflación y que los salarios. Por caso, este año subirán un 33

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