jueves, 7 de abril de 2011

EL NUEVO MURAL INAUGURADO EN LA CAMARA DE DIPUTADOS




Según  lo expreso su autor, el artista Guillermo Roux, su obra representa “a los ciudadanos, fuente de la soberanía del pueblo, y que unidos por el color de la misma bandera, se sientan en ese recinto”.

EL NUEVO MURAL INAUGURADO EN LA CAMARA DE DIPUTADOS, FUENTE DE LA SOBERANIA POPULAR SERA VIGIA DEL RESPETO QUE EL PARLAMENTO DEBE OBSERVAR POR LA CONSTITUCION Y SUS INSTITUCIONES.

Luego de tres años de intenso trabajo del artista plástico, el mural denominado “La Constitución guía al Pueblo” ya forma parte indisoluble del recinto de la Cámara de Diputados, precisamente donde los legisladores representan la voluntad popular. La obra fue encargada por la Cámara Baja.a partir de una gestión de su titular, Eduardo Di Pollina, quien presidio junto a los diputados del cuerpo la ceremonia, donde el artista expuso emotivamente la esencia de su tarea.

 “Pensar que en algún momento de mi vida iba a estar en este lugar diciendo unas palabras de un trabajo realizado para este recinto es algo que me resulta difícil de comprender. Pero aquí estoy, tratando de decir en un lenguaje que no me resulta habitual ya que mi modo de expresión son las imágenes silenciosas. La pintura de la que me habló por primera vez el presidente de esta Cámara, hace casi tres años está colocada en su lugar”.

 Roux trasmitió en su exposición el sentido de su trabajo. “En el quise expresar mi ideario en este momento particular de mi vida y de la República que son los pensamientos y necesidades de un simple ciudadano. La Constitución Guía al Pueblo es el título que le di a la obra en la que quise sintetizar lo que percibí en mis compatriotas y en mí mismo. Son los ciudadanos de la calle, marchando juntos sin agresiones ni violencia, unidos por el color de la misma bandera que se hacen presentes en este recinto otorgándoles a ustedes señores diputados y senadores la comprensión y defensa de sus derechos. Así, el diálogo entre representantes y representados queda simbolizado”, explicó con claridad.

En cuanto a la composición del mural señalo que arriba está el río, las banderas, las figuras y la hierba que pisan. El ritmo del pincel crea movimiento. “Las figuras no se separan unas de la otras, por ninguna característica que indique diferencia de oficios o de clase. La figura central, en una mano lleva un lazo con los colores de Santa Fe y en la otra el blanco y celeste de la bandera argentina. Es una hermosa mujer argentina, viviente, deseable, porque creo que es hora de darle a nuestros símbolos un sentido actual, necesario y cotidiano”, explicó.

 Sobre la parte estética comentó: “Elegí el lenguaje más natural, el que más espontáneamente nació de mi espontaneidad. Quise ser claro, directo, y ya se sabe que las cosas son confusas cuando no se tienen las ideas claras; llegar a todos ustedes y a la gente que está más allá de este recinto, al intelectual y al campesino, al padre de familia, a la madre y al hijo, y a los que sufren todos los días esta vida tan difícil”.

En lo que hace al tiempo que llevó la realización del mural, el artista dijo que los tres años que le dedicó a esta pintura “no fueron fáciles”, y se emocionó al indicar: “La edad no me ayuda, el tiempo es implacable y la salud a veces es cruel con nosotros. Pero lo que está aquí en la tela es la concreción, la cristalización de lo que para el alma es una necesidad. Es mi convicción de que el oficio hace mejor al ser humano y hacer bien y honestamente nuestro trabajo es un imperativo ético. Haciéndolo lo mejor que podamos nos hace respetarnos a nosotros mismos. Esta pintura es entonces un acto de fe”.

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