DOS COALICIONES POLITICAS DEFINIRAN ESTE DOMINGO SUS CANDIDATOS PARA LAS GENERALES DE JULIO EN LA PROVINCIA , Y UNO DE LOS HOMBRES DE CRISTINA, AGUSTIN ROSSI, Y EL DELFIN DE BINNER, ANTONIO BONFATTI APARECEN COMO LOS FAVORITOS
EN UN ESCENARIO TOTALMENTE DISTINTO AL DEL 2007, Y EL ULTIMO DEL 2009, A ESTAS INTERNAS NO HABRA QUE TOMARLAS COMO UNA FOTOGRAFIA PARA JULIO, NI TAMPOCO HABRA QUE SUMAR Y RESTAR, PORQUE PUEDEN EQUIVOCARSE TANTO UNO COMO EL OTRO QUE LO HAGA. ADEMAS ESTA DE POR MEDIO LO QUE PUEDE PASAR CON LA BOLETA UNICA.
DE TODAS MANERAS MARCARAN UN PARAMETRO DE DONDE ESTAN PARADOS REREFENTES QUE EN ESTA OCASIÓN SE JUEGAN MUCHO O TODO, COMO EL CASO DE HERMES BINNER QUE DEBIO TOMAR DE LA MANO ALA PROVINCIA PARA
PUEDE DEVELAR TAMBIEN EN PARTE COMO SE DARAN LAS RELACIONES EN EL FRENTE PROGRESISTA DESPUES DEL DOMINGO, , DONDE AL MARGEN DE LAS FRASES DE OCASIÓN, SEGURAMENTE LA CONTIENDA DEJARA
PARA EL CASO DEL JUSTICIALISMO, LAS COSAS PARA AGUSTIN ROSSI APARECEN DISTINTAS YA QUE CON SOLO GANAR SUPERARA LARGAMENTE EL CAMINO PLAGADO DE ESPINAS QUE DEBIO RECORRER EN LAS ELECCIONES LEGISLATIVAS DEL 2009. ADEMAS COMO TRIUNFADOR LA TENDRA A
AL MARGEN DE LOS TRIUNFADORES EN EL PJ, QUEDARAN TAMBIEN LOS PERDEDORES, Y EN PARTICULAR EL QUE SE LLEVE EL SEGUNDO PUESTO Y EL QUE QUEDE TERCERO. ACA ESTE DATO TENDRA IMPORTANCIA PARA LOS ESCAÑOS QUE CADA UNO PUEDA LLEGAR A OBTENER EN LA LEGISLATURA.
DE TODAS MANERAS, TAL VEZ LO MÁS IMPÒRTANTE PUEDE LLEGAR A SER EL OCASO QUE SUFRAN COMO REFERENTES HOMBRES COMO REUTEMANN QUE ASTUTO COMO SIEMPRE PREFIRIO QUEDARSE CALLADO ANTES QUE SALIR A JUGARSE POR PEROTTI UN HOMBRE QUE NUNCA FUE DE SU PALO. SI LO HIZO EN CAMBIO, Y BASTANTE, JORGE OBEID QUE PUSO A DISPOSICION DEL RAFAELINO TODA SU ESTRUCTURA LEGISLATIVA A TRAVES DEL ESFUERZO DE MARIO LACAVA Y SILVINA FRANA.
Interpretacion: Pensamientos
Analisis. Nestor Leone. Revista Debate. Dos coaliciones políticas definirán sus candidatos a gobernador y vice este domingo 22, en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias santafesinas. Y lo harán, en ambos casos, entre cuatro fórmulas. Por un lado, el Frente Progresista Cívico y Social, compuesto por socialistas, radicales, aristas y otros socios menores. Ganadores en el debut del sistema, en 2007, elegirán el candidato que intentará prolongar el predominio del Frente en la provincia, luego de casi cuatro años de gobierno de Hermes Binner.
Por el otro, Santa Fe para Todos, la nomenclatura que reúne a diversas vertientes del peronismo santafesino. Después de la trabajosa unidad que logró en febrero pasado, la elección del domingo empezará a despejar dudas sobre qué tipo de liderazgo será el que sustituya el ocaso del reutemismo y cuántas posibilidades tendrá el peronismo de retomar la conducción de la provincia.
En cuanto a los otros espacios políticos, aquellos que tienen un solo binomio en carrera, poco pondrán en juego en esta ocasión, más allá de la necesidad de no pasar desapercibidos de cara a las generales del 24 de julio. Entre ellos, el que encabeza el humorista Miguel Torres del Sel, por Unión PRO Federal.
En el Frente Progresista, el dato político más importante de la campaña fue la fuerte disputa interna dentro del socialismo. Los protagonistas, dos pesos pesados de la política local: el senador nacional y presidente del partido, Rubén Giustiniani, y el gobernador Binner. Los históricos recelos entre ambos dirigentes, soterrados durante años, salieron a la luz en el inicio mismo de las negociaciones para cubrir las candidaturas. Giustiniani pretendía ser el sucesor natural de Binner; el gobernador se sentía con la autoridad suficiente para ser el gran elector de la fuerza. No hubo acuerdos posibles, ni consensos. El senador persistió en su decisión de ir por la Casa Gris y el gobernador designó a su ministro de Gobierno y principal colaborador, Antonio Bonfatti. La tensión fue en ascenso, con inesperados cruces de acusaciones y, a pocos días del comicio, amenaza con dejar heridas sin suturar. Según la mayoría de las encuestas, Bonfatti le saca más de un cuerpo de ventaja a Giustiniani. Su identificación con la gestión provincial, a la que la mayoría de los santafesinos ve con buenos ojos, y el respaldo público y militante de Binner parecen dejar su huella.
En el Frente Santa Fe para Todos, quien estaría sacando una importante ventaja previa sería el jefe de la bancada kirchnerista en Diputados, Agustín Rossi. Con apoyos explícitos de una veintena de intendentes y un trabajo territorial persistente, Rossi se propone lograr lo que hasta hace poco parecía un imposible: recomponerse del magro resultado electoral de 2009, donde obtuvo apenas el nueve por ciento de votos como candidato a diputado. Los resabios del conflicto entre el gobierno nacional y el “campo”, factores clave en aquella ocasión, parecen haber quedado definitivamente atrás y la recuperación del kirchnerismo en la provincia resulta notoria.
Rossi, el más identificado con el gobierno nacional entre los peronistas, cosecha esos frutos. Además, ha sabido consolidar el apoyo de la militancia joven. De hecho, además de la nómina “oficial” de diputados provinciales del espacio, Rossi presenta una lista sub-35, encabezada por Leandro Bussato, presidente de la JP Santa Fe, y Eduardo Toniollo, integrante de Hijos y referente del Movimiento Evita de Rosario.
Más rezagados, el ex canciller Rafael Bielsa y el intendente de Rafaela, Omar Perotti, pelean para dar la sorpresa. Según las encuestas a las que tuvo acceso Debate estarían disputando de manera muy reñida el segundo lugar, expectantes. Bielsa tiene a su favor un alto conocimiento del electorado, pero se le cuestiona su relación intermitente con la provincia. Hizo una buena elección en 2007, aun en la derrota frente a Binner, pero no pudo consolidar políticamente ese caudal. En esta campaña buscó ser una expresión moderada del kirchnerismo y una especie de “prenda de paz” con el reutemismo. Lo consiguió a medias.
En cuanto a Perotti, intentó trascender a partir de la fama de buen gestor que consiguió granjearse en su municipio, pero su escaso anclaje en el Sur de la provincia parece jugarle en contra. Su fuerte es el centro-norte, donde promete revertir los tantos. El cuarto en discordia es Juan Carlos Mercier, dos veces ministro de Hacienda de Carlos Reutemann. Casi sin chances, es el candidato “opositor” al kirchnerismo dentro del frente.
RUMBO A JULIO
Dentro del Frente Progresista, la disputa no se da sólo entre socialistas. De hecho, la pelea interna entre Giustiniani y Binner, pudo darle aire al tercero en discordia, el radical Mario Barletta. Intendente de la ciudad capital de la provincia, arrancó las negociaciones como un promisorio candidato a vice del postulante que designase el esperado “consenso” socialista. Éste no se dio y Barletta hizo su juego, con el objetivo explícito de retener el voto del radicalismo tradicional, importante en el interior de la provincia. Y, de ser posible, meterse en la disputa grande. Que el vice de Bonfatti sea el radical Jorge Henn, hace de contrapeso a esas intenciones, pero no las mitigan. Tampoco la candidatura del histórico Luis “Changui” Cáceres, que no logró revivir la mística militante de la Coordinadora ni mover el amperímetro. Las encuestas hoy hablan del curso ascendente de Barletta y de una mayor paridad por el segundo lugar con Giustiniani, rezagado en la recta final.
En cuanto a la discusión distrital (además de gobernadores, diputados y senadores provinciales, también se votan intendentes y concejales), el principal eje de atracción estará situado en Rosario, la ciudad más poblada de la provincia. Base territorial del socialismo -que la gobierna ininterrumpidamente desde 1991, ahí el partido de Binner se olvidó de las reyertas y consiguió, como una imprescindible excepción, la unidad que se negó en el resto de la provincia. Mónica Fein será la candidata tanto de Bonfatti como de Giustiniani, para no perder el preciado territorio, la peor de las noticias que pueden tener los socialistas por estas horas.
Lo que todavía no decidió el socialismo es qué hará con su proyección nacional más allá del domingo. La presión de Ricardo Alfonsín para acoplarse, sin hesitar demasiado, a la alianza que pergeña el radicalismo con figuras no aceptadas por Binner como Francisco de Narváez, siembra de dudas el horizonte. Lo mismo, la intención del binnerismo de hacer de un eventual triunfo en la interna la plataforma de lanzamiento presidencial de su referente, con o sin el radicalismo.
Sin demasiado en juego, otros candidatos a gobernador pasarán a la general del 24 de julio. Entre ellos, se destacan dos, con chances diversas. Por un lado, el humorista Miguel Ignacio Torres del Sel (así figura en la boleta), integrante de los Midachi y recién llegado a la política. Su candidatura llega apoyada por los resabios del Peronismo Federal y el PRO de Mauricio Macri, de escasa presencia en la provincia. Su altísimo nivel de conocimiento popular juega a su favor; la ausencia de estructura y la endeblez permanente de sus intervenciones públicas, en su contra. Tanto como la deserción de Macri a participar en la presidencial. Por el otro, el piquetero Raúl Castells, por su Movimiento Independiente Justicia y Dignidad, que contó con el apoyo explícito de Alberto Rodríguez Saá y un discurso de campaña difícil de clasificar.
Con el 8,5 por ciento del total del electorado nacional y peso económico privilegiado, Santa Fe es una provincia gravitante en términos políticos. El domingo tendrá su primer capítulo de definiciones. Camino a las generales de julio. Camino a las presidenciales de octubre
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