martes, 28 de junio de 2011

LOS GRIEGOS SE ENFRENTAN A LA POLICIA PARA EVITAR EL PLAN DE AJUSTE DEL GOBIERNO SOCIALISTA DE PAPANDREU

GENTINA 2001 GRECIA 2011




DURISIMA REPRESION DEL GOBIERNO GRIEGO CONTRA MANIFESTANTES QUE SE OPONEN AL PLAN DE AUSTERIDAD QUE LE IMPONEN LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES PARA CUBRIR LOS PAGOS DE LA DEUDA EXTERNA. LAS ESCENAS SON SIMILARES A LA CRISIS QUE ESTALLO EN ARGENTINA EN EL 2001 Y QUE MUCHOS NO PARECEN RECORDAR

HOY GRECIA VIVE UNA VIOLENCIA QUE SE HA TRASLADADO A LAS CALLES EN EL MARCO DE UNA HUELGA GENERAL POR 48 HORAS PARA IMPEDIR EL PROGRAMA DEL FMI Y LA UNION EUROPEA QUE SE DISPONE A APROBAR EL PARLAMENTE APARENTEMENTE SOLO CON LOS VOTOS DEL SOCIALISMO

LOS LIDERES SINDICALES MANIFESTAN QUE LA SITUACION POR LA QUE ATRAVIESAN LOS TRABAJADORES GRIEGOS SE ENCUENTRA ENTRE EL LIMITE DE LA POBREZA, MIENTRAS EL PAIS ESTA PRACTICAMENTE PARALIZADO POR LA MEDIDA DE FUERZA.

EL PRIMER MINISTRO SOCIALISTA, GEORGIO PAPANDREUS, HIZO UNA EXHORTACION A LOS PARLAMENTARIOS PARA QUE APRUEBEN EL DURO PROGRAMA DE AHORRO, PERO APARENTEMENTE LA MAYORIA DE LOS PARTIDOS DE OPOSICION, E INCLUSO EL SECTOR DERECHISTA “NUEVA DEMOCRACIA”, NO LO APOYARIAN



La policía griega reprimió duramente hoy a los miles de manifestantes que repudiaban en las calles el plan de ajuste que el Parlamento debe aprobar si quiere que los organismos internacionales de crédito autoricen dinero fresco para cubrir los pagos inminentes de la deuda externa.

Los principales choques se registraron en el centro de Atenas, cuando los manifestantes arrojaban piedras contra el ministerio de Finanzas en el marco de una huelga general por 48 contra el programa que intenta implantar el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Banco Centra Europeo (BCE).

Nutridos grupos juveniles, algunos de ellos encapuchados, enfrentaron los gases de la policía antimotines rompiendo el pavimento con martillos para hacerse con piedras y lanzando todo tipo de objetos, según informaron las agencias de noticias internacionales y las cadenas de televisión.

Sin embargo, La violencia y la presencia de unos cinco mil policías no intimidó a las decenas de miles de manifestantes que se mantuvieron en las calles en respaldo a la huelga general que prácticamente paralizó a todo el país.

"La situación por la que atraviesan los trabajadores es trágica y estamos cerca de los niveles de pobreza", se lamentó Spyros Linardopoulos, un manifestante sindical en el bloqueo al Pireo, y agregó: "El gobierno ha declarado la guerra y a esta guerra debemos responderle de la misma manera".

Desde profesionales hasta obreros, pasando por empleados e incluso actores de teatro financiados por el gobierno se sumaron a la huelga.

Además, cientos de vuelos fueron cancelados o reprogramados después de que los controladores suspendieron sus labores mientras quedaba interrumpido el sistema de transporte público.

Los sindicatos griegos se oponen tajantemente al programa de austeridad y privatizaciones con el que se pretende ahorrar 78.000 millones de dólares porque supone despidos, recortes salariales y de beneficios y un incremento de impuestos en un país donde la desocupación creció al 16% y amenaza a llegar al 25% con las medidas del gobierno socialista.

Tanto ciudadanos independientes, identificados como “los indignados”, como miembros de los sindicatos protestan a diario desde hace un mes frente al Parlamento y gritan a los políticos que son unos "ladrones" y unos "traidores".

Mientras en las calles seguían los choques, los legisladores debatían el paquete de medidas a cambio del cual esperan recibir 12.000 millones de dólares, monto que se requiere para que el país no caiga en default y arrastre a los bancos tenedores de su deuda, en particular a los alemanes, y a otros países financieramente débiles como Portugal, Irlanda y España.

De la aprobación de este paquete depende también que la llamada “troika” -el FMI, la UE y el BCE- libere un segundo préstamo por 110.000 millones de euros para que Grecia mantenga al día los pagos de su deuda.

Anoche, el primer ministro griego, Giorgos Papandreu, hizo un llamamiento a los legisladores para que aprobaran el duro programa de ahorro. "Les insto a que escuchen lo que su alma y su patriótica conciencia les dicta", dijo Papandreu ante los diputados.

Hasta que comenzaron las revueltas, los socialistas de la bancada oficial contaban con una mayoría de 155 diputados en el Parlamento de 300 escaños. Sin embargo, dos de sus parlamentarios ya han anunciado que no apoyarán el paquete de medidas.

Una posición semejante adoptó el principal partido opositor, el derechista Nueva Democracia, que a pesar de estar de acuerdo con la necesidad de reducir el Estado cuestiona muchas de las medidas que impulsan los socialistas

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