jueves, 7 de julio de 2011

EL NUEVO PALACIO FUTBOLISTICO DE COLON DEMUESTRA COMO TAMBIEN LOS POBRES PUEDEN CAMBIAR LA HISTORIA

NO POCOS LAGRIMONES CORRIERON POR EL ROSTRO DE MUCHOS SABALEROS QUE DESDE TEMPRANO FUERON OCUPANDO SU NUEVO “PALACIO” FUTBOLISTICO. HINCHADOS DE ORGULLO NO SOLO ELLOS SINO  TAMBIEN LOS QUE SE EMOCIONABAN ESCUCHANDO POR LA TV LOS ELOGIOS Y LA ADMIRACION DEL PERIODISMO CAPITALINO TANTAS VECES RETACEADA

SIN EMBARGO EN ESTA OPORTUNIDAD SE RINDIERON ANTE EL NUEVO ESCENARIO QUE COLON PUSO EN ESCENA, Y NADA MENOS QUE CON LA SELECCIÓN NACIONAL COMO ANFITRION DE LUJO

COMO LO CUENTA EL TURCO CHEREP EN UNA NOTA QUE LE HICIERON COLEGAS DE “TIEMPO ARGENTINO”, LA PRESENTACION EN ESCENA DEL “NUEVO CEMENTERIO DE LOS ELEFANTES” FUE MAS QUE TOCANTE, A LA MANERA DE UN EPILOGO DE LUCHAS CONTRA LOS INFORTUNIOS DE LA NATURALEZA Y LA PROPIA GENESIS DE UNA ENTIDAD NACIDA AL CALOR Y LA PASION DE LOS HUMILDES.  

SOPORTANDO DERROTAS DEL SALADO COMO ESA TREMENDA DEL 2003 DONDE SE INUNDO LA CANCHA RECIEN INAUGURADA, SIN EMBARGO FUE CAPAZ DE CONSTRUIR HAZAÑAS FUTBOLISTICAS QUE LE LLEVARON A INMORTALIZARLO “COMO EL CEMENTERIO DE LOS ELEFANTES” CUANDO DERROTO AL MEJOR EQUIPO Y JUGADOR DE BRASIL EN EL ULTIMO SIGLO.

VALGA ESTE PROLOGO PARA EL RELATO DEL TURCO, Y SOBRE TODO SOBRE. PORQUE LO DE COLON ES EN GRAN MEDIDA LA DEMOSTRAC ION DE QUE “TAMBIEN LOS POBRES PUEDEN CAMBIAR LA HISTORIA 




Por Arturo Lencina y Ezequiel Scher Enviados especiales a Santa Fe de Tiempo Argentino

Todas las luces. La cancha de Colón fue el escenario de Argentina-Colombia y se transformó en orgullo de los santafesinos. Una historia centenaria cuenta que el “Cementerio de los Elefantes” es el lugar elegido por el pueblo.

Las luces titilan un poco y terminan de abrirse para iluminar la fiesta entrañable que genera la Copa América en Santa Fe. Las multitudes llegan repletas de ganas a la cancha renovada de Colón. Para quienes no conocen la historia, la cita es un encuentro de 22 tipos que van a disputarse el manejo de la pelota. Pero la cosa es distinta. Así se siente en las entrañas del pueblo santafecino, que mira el estadio Brigadier General Estanislao López y se emociona al verlo remodelado, recibiendo a semejantes equipos. En eso, aparece por los costados de las plateas el Turco Cherep, un biógrafo del Cementerio de los Elefantes, director de Cultura y Educación de Santo Thomé (un pueblo cercano a la capital de la provincia), autor del blog Los Muchachos Futbolistas, especialista en todos los relatos sabaleros, que se detiene un rato a explicar por qué tanta emoción. “Esto es un cambio en la historia: es la demostración de que el pobre puede torcer la historia”, aclara.

–¿Por qué tiene tanto significado esta cancha?

–Son muchas cosas. Históricamente, Colón siempre fue el club del pueblo. El equipo del sur, el lugar de los pobres. Nació cerca del río, sufrió las inundaciones de 1905, pasó de todo. Pero, aun así, nunca decidió cambiar su identidad. Así como River tuvo un momento en que decidió moverse para el norte de Buenos Aires, alejarse de la Boca, el sabalero bien podría haberse mudado varias veces. Pero no lo hizo: cuando la cancha se inundó por primera vez, decidió quedarse en el sur y se trasladó hacia el oeste; cuando la segunda cancha hubo que venderla por problemas económicos, decidió quedarse en el sur. Siempre en el sur. Al punto de que en 1946 compró nuevos terrenos también en la zona y construyó este estadio, inagurándolo con la presencia de Eva Perón, algo que sin dudas generó en aquel entonces mucha emoción porque Evita no siempre viajaba al interior. Por eso, antes de que la dictadura de 1955 persiguiera todo lo que tuviera que ver con el peronismo, esta cancha se llamaba Eva Duarte de Perón. Luego le pusieron General Estanislao López, en relación a un caudillo provincial histórico.
–Entonces, ¿toda esta emoción que se da en Santa Fe tiene que ver con la posibilidad de ver a la Selección jugando en la cancha del pueblo?

–Sí, de alguna manera sí. Tener esta cancha moderna es la demostración de que el pobre pudo torcer la historia. Colón es un club muy ligado a la pobreza, es una marca de su propia identidad. Cada vez que el equipo jugaba, la cancha se llenaba de la gente del sur que quería ver lo que pasaba. De hecho, hay un relato muy lindo: había un pibe muy humilde que se llamaba Juan Antonio Rivarola, que para poder ver un partido –como no tenía plata– se colgó de un árbol del que se cayó y lo tuvieron que llevar a un hospital: el pibe se transformó años después en una figura del club, en capitán de la Selección y en jugador clave para otros clubes (formó parte del Huracán histórico de Herminio Masantonio). Todo acá está ligado con la pobreza y ver esto de la Copa América es algo importante.

–¿Por qué se le dice al estadio “Cementerio de los Elefantes”?

–Tiene que ver con una cantidad de relatos épicos. En 1922, Peñarol –aquel equipo que convertiría en la base que ganó los Juegos Olímpicos en 1924 y el Mundial de 1930– vino a jugar acá contra un Colón que estaba en la B y los sabaleros ganaron. En 1964, el Santos de Pelé vino y perdió 2–1 contra Colón que estaba en el descenso, como si hoy el Porvenir le ganara al Barcelona. Durante cinco años, Colón no perdió de local. Una cosa impresionante. Por eso es este apodo, que no deja de sumarle mitos a esta historia que, por todo eso, emociona a la gente.  <

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