jueves, 4 de agosto de 2011

FRACASA EL INTENTO DE DISCIPLINAR Y PRESIONAR A LA CORTE A TRAVES DEL ATAQUE A EUGENIO ZAFFARONI, AUNQUE ALFONSIN INSISTE EN PEDIR SU RENUNCIAun

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PARA EL PERIODISTA ALEJANDRO HOROWICZ EL INTENTO DE PRESIONAR A LA CORTE  MEDIANTE UNA SUERTE DE LINCHAMIENTO MEDIATICO, HA FRACASADO.    APUNTA EN ESE SENTIDO COMO VALORES,  EL RECHAZO DE LA CORTE MISMA A TRAVES DE SU TITULAR, Y DE DISTINTOS SECTORES EN EL AMBITO JURIDICO Y POLITICO, RECHAZANDO EL ENGENDRO DE LA PRENSA AMARILLA, AUNQUE AL MISMO LO SIGA ALIMENTANDO EL GRUPO CLARIN Y EL CANDIDATO A PRESIDENTE DEL RADICALISMO INSISTIENDO EN PEDIR SU RENUNCIA. 

EVIDENTEMENTE EL HIJO DEL PRESIDENTE SE ESTA CORRIENDO TANTO A LA DERECHA CON RODRIGUEZ FRAGA, QUE VA A TERMINAR CAYENDOSE AL PRECIPICIO.  EN ESTE CASO HASTA LO CRUZO SU MISMO ALIADO LIBERAL, FRANCISCO DE NARVAEZ, PERO FUNDAMENTALMENTE UN JURISCONSULTO DE LA JERARQUIA DE RICARDO GIL SAAVEDRA. DIPUTADO DE LA UCR Y PROTAGONISTA DEL JUICIO A LAS JUNTAS. 

Y AQUÍ FUE CATEGORICO CUANDO REFRENDO..”NOS COSTO MUCHO TENER UNA CORTE COMO ESTA” Y AL MARGEN DE LA LUCHA QUE GIL LAAVEDRA SOSTIENE CON EL GOBIERNO NACIONAL  ESTO NO SIGNIFICA CUALQUIER COSA COMO PARECE ENTENDERLO ALFONSIN.
“EUGENIO ZAFFARONI ES UNA PERSONA CON CON UNA LARGA TRAYECTORIA Y ES UNO DE LOS JURISTAS MAS GRANDES DE LA ARGENTINA”,  DIJO EL JURISCONSULTO, Y FUE JUSTICIA.
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El fracaso de intentar disciplinar a la Corte Suprema de Justicia
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“Por Alejandrol Horpwicz , Tiempo Argentino.                “Una suerte de linchamiento mediático, contra Eugenio Raúl Zaffaroni, ha fracasado. El intento de provocar su renuncia, a caballo de una avalancha bostiferante de insinuaciones malévolas, no prosperó. Es un dato políticamente relevante; la eficacia de la prensa comercial amarilla, para esta clase de engendros, todavía puede medirse en el impacto del affaire Schoklender. Del comportamiento de Sergio Schoklender no vacilaron deducir el de Madres de Plaza de Mayo, y por carácter transitivo bastardear el capital moral de los organismos de Derechos Humanos.
Golpear a Zaffaroni, como parte del intento de mellar el prestigio del máximo tribunal de justicia, continúa la misma lógica disciplinante. Tiene que quedar claro: todos somos iguales, esto es, todos somos la misma porquería. Zaffaroni y Madres, la biblia y el calefón.
Si todo alcanza la misma coloratura, las diferencias carecen de sentido, sólo se trata de negocios en conflicto, y las estratagemas para realizarlos forman parte de los usos y costumbres del mundo amoral. Después de todo, el mismo Goldman and Sachs, que prestara dinerillos a Clarín, no vaciló en “dibujar” la situación financiera griega –que bordea el default– como parte de su estrategia de colocación de títulos en el euro mercado. Entonces, una mentirilla por acá, una estafa por allá, y todo sigue… igual que en el mundo globalizado.
Esta lectura facciosa intenta organizar un paradigma comunicacional inspirado en el reality show. En ese furioso intento de volver a separar las palabras de las cosas (que el fin de la impunidad comenzó a restablecer, gobierno K mediante), queda condensada la  estrategia de la regresión política: volver al 2001.
Pero los reflejos políticos de parte de la dirigencia restablecieron el principio de realidad. De la oficialista y de la otra. “Nos costó mucho tener una Corte como esta”, sostuvo  Ricardo Gil Lavedra, diputado de la UCR, abogado y funcionario judicial de relevancia, poniendo las cosas en su lugar. La legítima lucha que Gil Lavedra libra con el gobierno nacional no justifica cualquier cosa. Tampoco en la oposición todos son iguales. A juicio de Gil Lavedra, Eugenio Zaffaroni  “es una persona con una larga trayectoria y es uno de los juristas más grandes de la Argentina”.
Es una verdad dicha con reticencia, pero las condiciones políticas la vuelven particularmente significativa. Hace falta tener cierto valor para desdecir a Elisa Carrió y Eduardo Duhalde, y al jefe de su propio partido. Y sobre todo, para concluir elípticamente que el ataque a Zaffaroni contiene un ataque a la Corte.
Un poco de historia. La prensa comercial nunca fue gran cosa. Basta recordar el tratamiento que la aparición de cualquier movimiento popular (radicalismo, peronismo, u otro) obtuviera en los medios gráficos, para constatarlo. Tanto Yrigoyen como Perón –en su primera campaña electoral– lograron un rechazo casi unánime.
Décadas de omnipotencia sin contrapeso alguno hicieron que el menor deseo del bloque de clases dominantes fuera una orden para el gobierno de turno y los medios. Entre 1975 y 2001, más allá de las formas, el interés del bloque de clases dominantes resultó el único interés legítimo.
El estallido de 2001 no cambió per se el modelo, mostró que el anterior no daba para más. Para sobrevivir, el nuevo gobierno restableció la relación entre los delitos y las penas, puso fin a la impunidad sistémica, permitió que la política no fuera tan sólo el menú de negocios imperante. Esta elementalísima ecuación terminó siendo una revolución copernicana.
¿Dónde se mide la “revolución”? En la furia. La furia desatada al interior de los poderes constituidos –esos que Carrió denomina graciosamente contrapoderes– alcanzó, durante el enfrentamiento campero, el rango de lo inenarrable.
Ante la batalla electoral de octubre, con resultado cantado y posibilidad de una nueva profundización democrática, los poderes constituidos juegan su única carta: igualar para abajo.
Por eso, la figura de Zaffaroni recobra su tranquila relevancia, ya que nos ayuda a pensar las diferencias. Esto es, impedir que la política vuelva a ser una calesita de funcionarios intercambiables para ejecutar la misma política

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Alfonsín insiste en pedir la renuncia de Zaffaroni
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  A pesar de que la oposición opinó lo contrario, el candidato a presidente por la UCR no cambió su postura y volvió a pedir que el juez de la Corte deje su cargo.

"Se está afectado el prestigio de la Corte", aseguró. Antes, su aliado, De Narváez dijo que no hay que pedir su dimisión.
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Ricardo Alfonsín solo con sus declaracionesEl candidato a presidente por el radicalismo, Ricardo Alfonsín, insistió en que el juez Eugenio Zaffaroni debe presentar su renuncia, a pesar de que desde su propio partido y otros sectores de la oposición mantuvieron una postura diferente y coincidieron en que no es la mejor solución.

"Hay que hacerse cargo hasta de la mala suerte. Se está afectado el prestigio de la Corte", aseguró el líder de la UCR en relación a sus acusaciones infundadas contra el juez de la máxima instancia de la Justicia del país.

"Lo que dije es que yo haría eso, yo hubiera hecho eso", afirmó el diputado nacional en diálogo con Radio Continental.

Además, el postulante presidencial afirmó que con sus dichos "no he dado consejos a nadie" y prefirió evitar la polémica respecto de la postura distinta de su mano derecha, el candidato a gobernador bonaerense Francisco De Narváez. "Está bien, porque esto no es una cuestión programática", lanzó
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Alfonsín quedó solo, hasta De Narváez se negó a pedir la renuncia
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En una entrevista radial, el candidato a gobernador bonaerense por UDESO, Francisco De Narváez aseguró que “no adhiero a la idea de que Zaffaroni debe renunciar”. Con esa frase contradijo a su aliado, Ricardo Alfonsín, que había salido a pedir la dimisión del juez. Share228 2111:32 | 04.08.2011     

Francisco De Narváez, candidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires por UDESCO (Unión para el desarrollo social) manifestó hoy en una entrevista radial con radio 10 que "estoy de acuerdo con el doctor Lorenzetti (presidente del máximo tribunal argentino) en que hay que tratar este tema con mesura".

“Me parece que hay que tratarlo fuera de campaña, esto no puede ser tratado así, hay procedimientos, y creo que el mismo juez Zaffaroni ya ha manifestado su vocación de ir al Congreso" explicó su visión "El Colorado" y agregó: "No adhiero a la idea de que Zaffaroni debe renunciar".

Con estas declaraciones De Narváez contradijo a su principal aliado, el radical Ricardo Alfonsín, quien primero dijo tener la versión de que Eugenio Zaffaroni había renunciado y, luego de confirmarse que era información falsa, dijo que igualmente el miembro de la Corte Suprema debía dejar su cargo.

Este pedido de Alfonsín no fue acompañado por ningún otro integrante de la oposición, incluso dentro de su partido, donde varios dirigentes radicales salieron a diferenciarse de las opiniones del hijo del ex presidente, y en su frente electoral, donde De Narváez se manifestó diametralmente opuesto a su parecer.

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